El ejército de Estados Unidos informó que hasta 35 miembros del grupo extremista ISIS murieron en una serie de ataques aéreos realizados el lunes por la noche en el este de Siria. Según el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), las operaciones se dirigieron a varios campamentos donde ISIS había establecido bases de entrenamiento y actividades operativas. Entre los fallecidos, se reporta la presencia de líderes de alto rango que coordinaban ataques y actividades logísticas para el grupo en la región de Deir Ezzor.
Estos ataques forman parte de un esfuerzo más amplio de Estados Unidos para debilitar la estructura de ISIS y reducir sus capacidades operativas en Siria y el vecino Irak, donde la organización ha intentado reconstituir fuerzas tras las derrotas sufridas en años anteriores. CENTCOM afirmó que estas operaciones son cruciales para “neutralizar la capacidad de ISIS de lanzar ataques terroristas dentro y fuera de la región”, en palabras de uno de sus portavoces.
El contexto de estas acciones se enmarca en la presencia continua de aproximadamente 900 efectivos estadounidenses en Siria, que colaboran con fuerzas locales en la lucha contra el terrorismo desde 2014.