Contacto con la Política Nacional, por: Baltasar Barbolla.
CDMX.- Cuando
se confirmó que Estados Unidos y Canadá le habían solicitado a México iniciar
un mecanismo de solución de controversias contemplado en el T-MEC, escuché a
más de uno decir que se trataba de un juicio entre los países. –planteó a los
presentes la empresaria para comenzar la plática de esta semana en el Balmoral-
Conforme pasaron los días, se fue entendiendo que no era una demanda ni un
proceso judicial, sino un ejercicio de consultas para aclarar puntos acordados
y así evitar que el conflicto tenga que ser resuelto con sentencias y
sanciones.
-No ayudó que, cuando trascendieron las solicitudes,
el presidente afirmó que se trataba de un tema de patriotismo y se mofó con una
canción de Chico Che en vez de explicar lo que sucedía. –opinó el escritor
-Así es, amigo escritor. –asintió la periodista- El
pasado 20 de julio se dio a conocer que Estados Unidos había solicitado el
mecanismo de consulta establecido en el T-MEC pues quería aclarar ciertos
puntos referentes a la política energética mexicana. El gobierno estadounidense
señaló que en repetidas ocasiones había trabajado para externar sus
preocupaciones sobre este tema al gobierno de México, pero que las empresas de
su país continuaban recibiendo un trato injusto. Lo anterior se debe, según
explicaron, a una serie de reformas legales las cuales dieron prioridad a la
energía producida por la CFE sobre las energías limpias producidas en el sector
privado.
-El gobierno de Estados Unidos también reprochó que
hay retrasos, revocaciones y negaciones de permisos a empresas norteamericanas
para participar en el mercado energético mexicano, incluso cuando se trata de
proyectos referentes a energías renovables. Por esto, consideran que México no
está tomando medidas para cumplir los compromisos adquiridos en el T-MEC ni en
el Acuerdo de París. –complementó el político- El mismo 20 de julio, pocas
horas después de que Estados Unidos hiciera oficial su solicitud, Canadá
confirmó que se uniría al gobierno estadounidense e igual presentarían una
solicitud de consulta.
-La Secretaría de Economía de nuestro país fue quien
recibió estas solicitudes e informó que, como los puntos expuestos por ambos
países eran similares, se trataría de llevar un proceso coordinado. Mediante un
comunicado, la secretaría encabezada por Tatiana Clouthier explicó que las
consultas eran etapas no contenciosas del mecanismo de solución de
controversias previsto en el T-MEC y que los países tenían un periodo de 75
días para solucionar el conflicto. En el caso de que no se logre resolver el
conflicto, tanto Estados Unidos como Canadá podrán solicitar que se conforme un
panel para analizar el tema y dictar una solución. –expuso el editorialista
-Ojalá el conflicto no llegue a ese punto pues, si
México pierde, podría significar sanciones millonarias, así como el aumento de
aranceles en las exportaciones.
-Lo más probable es que no suceda. –señaló el
consultor- De acuerdo con lo dicho por Marcelo Ebrard, éste sería el peor de
los escenarios, entonces es poco probable. Por el contrario, el canciller cree
que México no está faltando a ningún precepto del T-MEC y que, si alguien está
violentando los acuerdos, son las empresas estadounidenses que no acatan
nuestras leyes. Igual compartió que está trabajando junto con la Secretaría de
Economía para armar los argumentos que se llevarán a las consultas con el fin
de defender la política energética nacional.
-Me parece interesante el involucramiento que Ebrard
ha tenido en el tema ya que, según entiendo, le compete a la Secretaría de
Economía. Como en el tema de las vacunas que le competía a la Secretaría de
Salud, pareciera que el canciller vio potencial para sus aspiraciones
electorales en esta disputa y decidió “meter su cuchara a la sopa”. No por nada
ha dicho ante medios de comunicación que ahora era tiempo de respaldar a México
y al presidente López Obrador. –observó la abogada
-Esto último que menciona nuestra amiga abogada va de
la mano con la postura que ha presentado Andrés Manuel López Obrador pues éste
sostuvo que no había espacio a la negociación ya que se trataba de un tema de
patriotismo. De igual manera, el presidente le dijo a la población que no había
motivos para preocuparse pues no se estaba transgrediendo ningún tratado y
lamentó que hubiesen académicos y expertos tan entreguistas y traidores como
para tomar partido por las naciones extranjeras. –compartió el analista
-Considero desafortunada la postura del presidente
pues intenta llevar el tema a donde no es para hacer política al interior del
país y también para denostar a sus críticos. Desde que presentó su política
energética, empresas nacionales e internacionales expresaron su inconformidad
pues el plan era limitar sus operaciones para favorecer el crecimiento de la
CFE y PEMEX. –contó la periodista- Esta postura es sumamente criticable pues el
nacionalismo energético se ha dejado atrás desde hace décadas por su
inviabilidad y, más importante, se afecta el desarrollo de energías renovables
lo cual tendrá repercusiones en el medio ambiente.
-Coincido contigo, amiga periodista; el presidente
presenta el tema como si estuviese en juego la soberanía del país, pero no es
así. –expresó el editorialista- Y, la verdad, es que su postura es muy
criticable tanto desde lo legal como desde lo ético. En cuanto a lo legal, va
en contra de los compromisos adquiridos en el T-MEC donde se habla de esquemas
económicos para que empresas de los 3 países puedan competir en igualdad de
condiciones. El hecho de que no se esté de acuerdo con algunos preceptos del
tratado, no significa que no sea necesario cumplirlos ya que hay leyes
internacionales que debemos acatar pues nos comprometimos a ello como país.
– ¿Y lo ético? –preguntó uno de los presentes
-Lo ético tiene que ver con detener el desarrollo de
las energías limpias ya que, debido al cambio climático y la contaminación, es
injustificable ir en contra de la perspectiva ambiental. –contestó el
editorialista
– ¿Creen que el presidente decida salirse del T-MEC?
–preguntó otro de los amigos que se encontraban en la mesa
-Lo dudo mucho. –respondió la empresaria- Las cámaras
empresariales han insistido en la importancia del T-MEC para el desarrollo del
país y es algo que el gobierno también sabe. Retirarse del tratado implicaría
un duro retroceso económico que el gobierno difícilmente querrá asumir antes de
las elecciones del 2024. Sin embargo, hay quienes creen que ésta puede ser una
posibilidad debido a que López Obrador anunció que daría un mensaje importante
sobre este tema en su discurso del 16 de septiembre. En lo personal, no creo
que vaya a usar ese espacio para retirar a nuestro país del tratado, pero sí
creo que podría usar ésta tribuna tan simbólica para decir algo que afecte las
relaciones de México con Estados Unidos y Canadá.
-No nos queda más que esperar a ver cómo va
evolucionando esta situación, la cual dará mucho de qué hablar en las próximas
semanas pues va para largo. Además, trata de un tema que el presidente refiere
con frecuencia para reafirmar su nacionalismo y atacar a críticos. –concluyó la
abogada.