El gobierno de Estados Unidos ha aprobado la posible venta de 20 aviones de combate F-16 a Filipinas, fortaleciendo así la alianza estratégica en la región del Indo-Pacífico.
Esta transacción, que aún requiere la aprobación del Congreso estadounidense, proporcionaría a Filipinas una mejora significativa en sus capacidades de defensa aérea. La venta incluiría no solo las aeronaves, sino también equipos asociados, repuestos y apoyo logístico.
La decisión de Estados Unidos se enmarca en un contexto de creciente cooperación militar entre ambos países, orientada a mantener la estabilidad y seguridad en el Indo-Pacífico. Este movimiento también refleja el compromiso de Washington de respaldar a sus aliados en la región frente a desafíos emergentes.