En un contexto de creciente preocupación por la seguridad y la transparencia en el ámbito judicial mexicano, un grupo de jóvenes estudiantes ha alzado la voz en defensa del Poder Judicial. Este movimiento, denominado “Estudiantes y Jóvenes en Defensa del Poder Judicial”, organizó una marcha que partió del Ángel de la Independencia y culminó en el Senado de la República, con el objetivo de expresar su rechazo a la reforma judicial propuesta por el gobierno.
La reforma, que busca modificar la estructura y el funcionamiento del Poder Judicial, ha generado un intenso debate en la sociedad mexicana. Los estudiantes, conscientes de los riesgos que esta podría implicar, han decidido tomar cartas en el asunto y pedir explicaciones a los diputados. Este lunes, a las 14:00 horas, se dirigieron a la Cámara de Diputados para entregar cerca de mil solicitudes firmadas. En estas, demandan respuestas claras sobre cómo se evitará que el crimen organizado influya en la elección de ministros, magistrados y jueces, un riesgo que consideran real y latente.
Uno de los puntos más controvertidos de la reforma es la propuesta de que jueces y magistrados sean elegidos por voto popular. Los estudiantes cuestionan cómo se garantizará que este sistema esté blindado contra financiamientos ilegales o presiones externas, especialmente de organizaciones criminales que han demostrado su capacidad de controlar territorios y distritos electorales. Durante el proceso electoral pasado, varios candidatos fueron asesinados o forzados a declinar sus candidaturas, lo que subraya la gravedad de la situación.
Además de la preocupación por la influencia del crimen organizado, los estudiantes también han señalado otros riesgos asociados a la reforma. Uno de ellos es la reducción del número de ministros en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de 11 a nueve. Este cambio, argumentan, podría concentrar demasiado poder en una pequeña minoría de tres ministros, lo que podría afectar negativamente la toma de decisiones en la SCJN, que actualmente requiere una mayoría calificada.
Este movimiento estudiantil es una muestra de la preocupación que existe entre las nuevas generaciones por el futuro del país. Los jóvenes han dejado claro que no se mantendrán al margen y que exigirán transparencia y responsabilidad a sus representantes. Su mensaje es contundente: cualquier reforma al Poder Judicial debe estar libre de influencias corruptas y garantizar la imparcialidad y la justicia en México.
La respuesta de los diputados a estas demandas será crucial para el desarrollo del debate en torno a la reforma judicial. Mientras tanto, los estudiantes continúan organizándose y preparándose para seguir defendiendo lo que consideran un pilar fundamental para la democracia en el país: un Poder Judicial independiente y transparente.
Con esta acción, los estudiantes han puesto de relieve la importancia de la participación ciudadana en la defensa de las instituciones democráticas y el Estado de derecho, especialmente en tiempos de cambio y reformulación de las estructuras de poder en México.
