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Estudiantes Universitarios Pueden Proponer Reformas a la Ley y la Ciudadanía en General, Si Quiere…

Jorge Valladares Sánchez
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Por: Jorge Valladares Sánchez *
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Hice la pregunta que a la mayoría de los estudiantes les hacen al iniciar una carrera: ¿Para qué estudian? “Para buscar justicia”; “para ayudar a las personas”; “para resolver controversias de ciudadanos”, “para hacer un cambio en la sociedad”; “para defender los derechos de la sociedad”… respondieron estudiantes de derecho de la UADY y la UMSA en las instalaciones de la Casa de la Democracia, la semana pasada.

Pasadas las dudas vocacionales y entendiendo las necesidades personales, son éstas excelentes respuestas. Tener claro para qué dedicar unos años de tu vida en formarte es vital, y es que hay variados caminos dependiendo de la verdadera intención con la que buscas un grado universitario. La respuesta a la segunda pregunta te llevará los años de carrera y probablemente varios lustros más: ¿cómo demonios se puede hacer eso?

Una de las formas está regulada en Yucatán, a través de tres mecanismos de participación ciudadana (MPC) que nos dan acceso a cuestionar e incluso evitar: a) las obras y políticas que pretende implementar quien gobierna –Plebiscito-, b) las leyes y reglamentos que se reforman o crean –Referéndum-; e incluso nos permiten c) proponer nuevas normas para nuestro estado o municipio -Iniciativa Popular-.

Con el Programa Jóvenes con Iniciativa, los integrantes de la Comisión de Participación Ciudadana del IEPAC encargamos, a nuestro profesional y comprometido equipo de trabajo, fomentar la cultura democrática y el empoderamiento ciudadano de jóvenes de nuestro Yucatán, asegurando que conozcan y puedan utilizar, si lo desean, las Iniciativas Populares, que son un mecanismo muy poderoso de Participación Ciudadana.

Con una Iniciativa Popular la ciudadanía tiene derecho a que el Congreso y los Ayuntamientos del Estado estudien y hagan su labor legislativa respecto a la modificación o creación de normas que consideren necesarias quienes hagan propuestas a través de este instrumento. Es una vía para cambiar lo que creemos firmemente que debe de cambiar.

Este es un punto de encuentro entre las funciones del Instituto Electoral de Yucatán y las aspiraciones naturales de un sector numeroso de la ciudadanía, pues nuestra función de fondo es proteger los derechos políticos electorales, que son derechos humanos, y las necesidades insatisfechas de muchas personas tienen un obstáculo, lo conozcan o no, en la forma en que están dispuestas las leyes que rigen el tema de que se trate. Cambiar la ley no basta, pero es necesario que la ley esté alineada con lo que necesitamos para que llegue a suceder. Por ello la importancia y fortaleza de este mecanismo.

Como todo, tiene elementos fáciles y difíciles. La buena noticia es que no se requiere que la persona que proponga un cambio en las normas sea versado en leyes o abogado, pues hay dos maneras de hacer los planteamientos; una es identificada como propuesta, y en ese caso basta con exponer el sentido en que se debe cambiar una ley o reglamento. También puede presentarse toda una iniciativa de ley con las rigurosidades jurídicas, para contener la fundamentación, motivos y texto deseado, pero esto no es indispensable para que sea considerada por la autoridad.

La posible dificultad radica en la naturaleza misma de la democracia, que es el poder ejercido por la gente. Quien haga una propuesta debe obtener una cierta cantidad de firmas de apoyo para que la autoridad se vea obligada a procesarla. Esta adhesión a la propuesta va del 0.3% al 2.0% del listado nominal de electores, según se trate de poblaciones más grandes o más pequeñas.

En todo caso, es el IEPAC el encargado de promover este mecanismo y de orientar a la ciudadanía interesada en ejercer este derecho. A través de la comunicación directa o digital puedes conocer estos servicios. En la historia de la existencia de esta Ley, sólo en tres ocasiones se han hecho propuestas de esta naturaleza. El programa mencionado es una forma de incrementar el conocimiento que tiene nuestra gente sobre esta posibilidad. Decidimos iniciar con jóvenes por su característica de innovación y cuestionamiento a lo establecido, y entre ellos con los estudiantes de derecho, por tener nociones ya de esta posibilidad. Pero en los años venideros la intención es llegar a cualquier sector de la sociedad que desee entender y habilitarse para ejercer este mecanismo.

Y es que el concepto de democracia ha sido tan llevado y traído que hoy resulta bastante difuso, e incluso despreciado si se le mira superficialmente. Si nos detenemos un momento a conversarlo veríamos que se trata del ejercicio del poder en una fórmula. Para mucha gente sólo es visible la fórmula electoral, parcialmente llevada hasta ahora. Cada tres años votamos por quienes se nos ofrecen como candidatos/as y dejamos que hagan lo que consideren sin mayor seguimiento o exigencia de cuentas. No conozco a persona alguna que en su negocio se permita este nivel de confianza o pasividad al contratar a alguien para que se lo administre.

Una fórmula más eficaz y deseable en la democracia es la que establece dos vías de ejercicio del poder. En una vía nombramos periódicamente a las personas que elijamos para que administren los recursos (poder ejecutivo) y hagan las normas (poder legislativo) que sirvan a todo el Estado para mejorar; pero cuidando que un acta de mayoría no se convierta en una suerte de patente de corzo, sino que sea un contrato de servicio. Y necesariamente una segunda vía en la que la ciudadanía sigue siendo parte de las decisiones vitales del Estado a través de los Mecanismos de Participación Ciudadana, que en nuestro Estado son 3, pero en el País existen más de 15 posibilidades por considerar. Le llamamos a lo primero democracia representativa, y democracia directa o participativa a lo segundo.

La iniciativa Popular te da la oportunidad de cambiar leyes que consideres que no son lo que deberían de ser, sin necesidad de volverte diputado/a. Tú puedes tomar la iniciativa, dar el primer paso, en un tema que te sea importante, involucrarte y decir: “Yo quiero esto en la ley”. Si tienes claro lo que debe cambiar, y realmente quieres que cambie, ésta es una vía; dilo, escríbelo, obtén apoyo y preséntalo ante el IEPAC, para que a su vez lo entregue a la autoridad obligada atenderlo. Toda la información puedes obtenerla a través del portal www.iepac.mx

Al terminar mi mensaje a estos jóvenes estudiantes les dije que no saldrían de la Casa de la Democracia sin saber cómo formular una propuesta. Y así ocurrió. Quienes participaron esta primera vez redactaron propuestas para solicitar la creación de una ley que atienda los derechos sociales (UADY) y asegure el cumplimiento del buen acceso a la salud (UMSA). Ahora viene el reto de decidir si quieren completar el proceso para llegar a plantear sus ideas ante el Congreso de Yucatán. ¡Éxito y felicitaciones por su decisión y dedicación! El poder está en sus manos y en las tuyas.

En mi casa: mis reglas… En nuestro Yucatán: las mejores normas que la ciudadanía requiera (sea tomando la iniciativa de proponer o dejando actuar a quienes les pagamos por hacerlas).

Jorge Valladares Sánchez
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