Claroscuro, por: Francisco López Vargas.
“En los meses que precedieron a las elecciones del 6
de junio de 2021, y en los días que vinieron después, la violencia y la
coerción criminal estuvieron presentes como nunca antes en unos comicios
celebrados en México.
“Candidatos y familiares de éstos fueron asesinados.
Grupos armados secuestraron e inmovilizaron a equipos completos de campaña, se
apoderaron de casillas electorales y obligaron a los ciudadanos a emitir su
voto públicamente y por consigna. Las amenazas se hicieron extensivas a la
poselección, mediante una impuesta ley del silencio sobre todo lo que había
ocurrido.
“Miles de ciudadanos, víctimas de esa violencia, se
vieron obligados a callar. Sus abogados les aconsejaron guardar silencio,
abstenerse de ir a los juzgados. Las amenazas, los homicidios, los secuestros,
la coacción violenta y la selección de las candidaturas por parte del crimen
organizado estuvieron presentes durante todo el proceso, y en las horas llenas
de zozobra que se vivieron en amplias regiones del país el día mismo de la
jornada electoral. En todas esas regiones el crimen organizado apoyó, impuso,
impulsó, reprobó y, llegado el caso, asesinó aspirantes y candidatos.
“Fueron ellos los que ganaron las elecciones”,
declaró, al filo del 6 de junio, el líder estatal de un partido. A partir de
entonces, el silencio cayó sobre los pueblos”, dice un artículo publicado en la
revista Nexos más reciente, firmado por Héctor De Mauleón.
Las constancias que se han logrado tener son de ocho
estados, lo mismo Chiapas que Guerrero o Sinaloa, Michoacán, Sonora,
Guanajuato, Jalisco y Quintana Roo, en los comicios del seis de junio de 2021.
El proceso electoral que culminó el pasado 6 de junio
con la jornada electoral más grande de la historia de México, dejó 102
políticos asesinados, de ellos, 36 eran aspirantes y candidatos a distintos
cargos, de acuerdo con la consultora Etellekt.
Del total de los 102 políticos asesinados, 87 eran
hombres (29 eran aspirantes y candidatos) y 15 mujeres (7 aspirantes y
candidatas).
El proceso electoral de 2021, se convirtió en el
segundo con más homicidios desde 2000, por debajo únicamente de la elección de
2018, reporta Animal Político.
Los relatos dejan claro que hasta en Baja California
hubo intervención del crimen el día de la elección: amenazaron a los votantes,
se robaron las urnas y en otras se quedaron a vigilar que la gente votara por
quienes ellos les decían; a otras les fue peor: tiraron cabezas humanas a sus
puertas para inhibir a las autoridades electorales a abrirlas.
Esta semana, en El Universal, el mismo De Mauleón, ese
que detalló los datos que le envió Leonel Luna antes de su “accidente” sobre
Erik Reyes -hoy líder de Morena en Campeche- y sus vínculos con narco
menudistas de la delegación Álvaro Obregón, habla de los depósitos bancarios
por siete millones de dólares que Gerardo Teodoro Vázquez Barrera, El Gerry, en
nombre del Cártel del Noreste, suministraba “a fin de apoyar financieramente
campañas de este partido (Morena) en el Estado de México en 2023”.
El gobernador electo de Tamaulipas, Américo Villareal
Anaya, habría usado a su hijo Humberto Villareal Santiago para abrir una cuenta
en las Islas Vírgenes Británicas en las que Vázquez Barrera se encargó de
depositarle varios millones de dólares.
El senador de Morena José Narro Céspedes y el propio
Américo Villareal dicen que la documentación que el embajador de Estados
Unidos, Ken Salazar, ya hizo llegar a la DEA, al Departamento del Tesoro, al
Departamento de Justicia, y a la Homeland Security son “fake”.
El documento enviado está clasificado como Top Secret
en el expediente MX TOP KK 389 ID AI P60 en el que dan cuentan también de la
desaparición de los marinos encargados de trasladar los recursos. Los marinos
desparecieron hace seis meses, lo mismo que el operador financiero del cártel,
El Gerry, y Narro y Villareal se echan la bolita luego de que su última
aparición pública fue con ellos, y los militares fungían como escoltas del
senador Narro.
Con esos antecedentes, en el México actual este martes
inicia la Cumbre de la Democracia Electoral impulsada por 18 socios
internacionales del INE del 20 al 22 de septiembre en medio de una polarización
política que acredita, además, intenciones del Estado Mexicano de revertir los
avances que hay en la democracia mexicana con el argumento simple de que es
demasiado caro el proceso electoral mexicano.
Sin elementos de censura formales ni legales, desde el
poder se ha emprendido una cacería de consejeros del INE, principalmente sus
consejeros presidente y Ciro Murayama, desacreditando al órgano independiente
promoviendo una reforma que sólo pretende que los comicios sean controlados y
organizados por el gobierno federal.
Subrayando lo caro que cuesta el INE, el presidente
López no ha desestimado ni una sola de las elecciones en las que ha ganado
Morena, algunas por la abdicación de los gobernadores y otras por la
participación del crimen organizado, pero a pesar de esas evidencias mantiene
su postura de colonizarlo con consejeros incondicionales a su gobierno o
limitarlo económicamente lo que le restaría capacidad de operación y daría pie
a denuncia por mal funcionamiento.
Las elecciones en México, desde 1988, jamás estuvieron
más en peligro. El talante impositivo del actual régimen requiere que una
sociedad altamente participativa haga frente a los intentos retrógradas del
actual régimen.