Claroscuro, por: Francisco López Vargas.
La ignorancia no exime del cumplimento de la ley, dice
un principio básico de Derecho y precisamente por ello las consecuencias de no
cumplirla es la aplicación de una sanción: el incumplimiento tiene un efecto,
generalmente negativo, para el infractor de la norma…
Pero ese resquicio legal que daría paso a diferentes
consideraciones que podrían llegar hasta a reducciones de pena no aplica para
un gobernador, alcalde o presidente de la República cuya actuación debe ser
impecable en el ejercicio de su encomienda, esa que juran ante la Constitución
y las leyes que de ella emanan.
Un gobernante puede dar el perdón a un infractor, pero
nunca obtendrá para sí los privilegios legales que sus actos provoquen, menos
si son ilegales porque él debe ser el primero en respetar la ley.
Los ciudadanos están obligados a cumplir con las
leyes, pero los gobernantes a respetarlas y a ver que se cumplan, por eso la
indignación de que una gobernadora y mujer se haya ufanado del tema con un
desparpajo que sólo da el desconocimiento o la irresponsabilidad.
Sin embargo, cuando uno voltea a ver Veracruz y vemos
los excesos de un gobernador que no duda en inventar delitos y castigos como
Cuitláhuac García y hasta el presidente le aplaude; o en Sonora donde Alfonso
Durazo quiere criminalizar a quien publique fotografías de los hechos de
violencia que van en aumento; o de Ciudad de México que, como los demás de Morena,
violan las leyes electorales en actos de campaña adelantados.
Adán Agusto López, gobernador de Tabasco, intentó con
éxito -gracias a su mayoría de Morena en el Congreso local- una ley que
prohibía las manifestaciones pero que terminó siendo invalidada por la Suprema
Corte de Justicia por violar derechos constitucionales.
Así, Layda Sansores San Román aportó su cuota en la
narrativa de cómo se gobierna en la 4T al hacer públicas grabaciones ilegales
de Alejandro Moreno Cárdenas durante semanas, pero al violentar el debido
proceso contra su adversario favorito violó también la ley Olimpia en las
versiones de acoso sexual digital, violación a la intimidad sexual y
pornovenganza.
La gobernadora fue reincidente en la violación de la
divulgación de audios y al ser reconvenida por la Fiscalía General de la
República y abrir un expediente por el hecho, arremetió contra el periodista
Ciro Gómez Leyva quien cometió el pecado de compararlo con las filtraciones de
audios ilegales hechas al Fiscal General de la República, Gertz Manero, en una
entrevista que concedió el vicefiscal que lleva el caso.
La explicación del vicefiscal sobre la ilegalidad de
la divulgación de los audios no arredró a la gobernadora y mantuvo la ofensiva
contra Moreno que pareciera el cumplimiento del ofrecimiento del secretario de
Gobernación cuando se negó a acceder a que el PRI aprobara la reforma
eléctrica: “será a navaja limpia”, le dijo luego de que le pidió a Moreno
cuidar a su familia.
Ahora a más de cinco semanas de esas primeras filtraciones
Layda anuncia que detendrá la ofensiva cuando todas las diputadas del PRI del
país la demandaron ante la FGR por violencia de género y violaciones a la ley
Olimpia.
Sin embargo, este martes, Sansores mantuvo la
advertencia aclarando que nunca quiso amenazarlas: “tengo sus fotos”, reiteró
en lo que claramente se interpretó como una amenaza de hacerlas públicas si no
se someten a la Cuarta Transformación, después de todo a ella tampoco le van a
decir que la ley es la ley.
Layda pareciera que no se dará por vencida aunque el
anuncio de no difundir más audios tiene que ver con la cascada de denuncias y
el costo político que está pagando no sólo ella sino también su fiscal,
caracterizado siempre por ser impecable y un hombre serio.
Otra razón sería que esos audios y las presuntas
fotografías de “diputadas priistas desnudas” le dieron un nuevo aire al objeto
de la persecución al acreditar que los priistas se unieron contra el
linchamiento público permanente y los miembros de la Alianza por México tampoco
hicieron a un lado al que ven con los arrestos para enfrentarse a quienes no
tienen empacho en abusar de los privilegios del poder.
Pero como todo tiene que ver con elecciones sin
importar las leyes que se violenten ni los pactos que se rompan, desde palacio nacional
se dio a conocer que habrá una investigación contra Peña Nieto a pesar de la
gentileza oficial normal por haberle quitado a Ricardo Anaya del camino a la
presidencia.
Peña se reunió hace unos días con sus paisanos para
ver el tema electoral del Estado de México y la inmediata reacción fue armar la
investigación en su contra como si no hubiera suficiente elementos para
proceder contra su gobierno, pero la idea fue decirle que no se meta o se
atenga a las consecuencias. Como le dijeron a Alito.
Desnudos ya, el gobierno de la República no tiene
empacho en acreditar que el poder sirve para aplastar al adversario, el
presupuesto para financiar a su partido y las leyes y la constitución para
hacerlas a un lado y usarlas como mejor les convenga.
Morena no vuelve a ganar elecciones cuando gobierna,
por eso necesita arrebatarlas porque sus resultados son tan miserables que sólo
a los beneficiados directos les interesa que continúe.
Morena no gana elecciones para resolver los problemas
del país, las gana para quedarse con los gobiernos y desde ellos acaparar el
presupuesto para su uso clientelar. Morena no gana para servirte, gana para
servirse, así de simple.
