Sobran los motivos, por:
Jordy R. Abraham.
La democracia se construye por medio
de acontecimientos puntuales que suceden en momentos determinados. En torno a
esta realidad, las diferentes ideologías, visiones y modos de actuar,
contrastan entre sí, y de este ejercicio cívico fundamental, se tiene por
resultado un proyecto que sale avante y se consolida como el referente que
guiará los destinos con un necesario sentido de responsabilidad.
En una demostración más de
compromiso ciudadano por parte de la población yucateca, hace escasos meses se
llevaron a cabo elecciones para conocer a quienes serán los mandatarios
encargados de dirigir el rumbo de las políticas públicas en pro del bien común
a través de continuar con un desarrollo franco. Fueron múltiples los cargos de
elección popular obtenidos en estos comicios con el respaldo del voto libre. En
esta jornada, fue electo el nuevo gobernador que entrará en funciones en los
próximos días. Mauricio Vila Dosal,
será un gobernante joven, con el precedente inmediato de haber fungido como
presidente municipal de la ciudad capital del estado, con resultados dignos de
llamar la atención, como lo son los logros en materia de transparencia, así
como el significativo esfuerzo que se realizó en el rubro de la promoción
cultural.
La renovación trae, naturalmente, un
ánimo de altas expectativas en la población que deberán ser aprovechadas por el
gobernador constitucional para generar un ambiente propicio para el pleno
ascenso de la economía local, la implementación de programas sociales efectivos
y la mejora integral en la calidad de vida de los yucatecos. La voluntad
política de los distintos poderes del estado, así como la capacidad para
generar consensos con base en la voluntad política serán esenciales para lograr
alcanzar los objetivos trazados y plasmados en las diversas propuestas de
campaña.
Ahora bien, los procesos
democráticos no se agotan tras la culminación del proceso electoral, sino que
este es solo una fase preliminar, ya que los gobiernos requieren de la
participación ciudadana activa para ser verdaderamente funcionales. Todos
quienes vivimos en suelo yucateco debemos asumir esta responsabilidad con
palabras, pero, sobre todo con acciones concretas. Es cierto que la
administración pública tiene el deber de brindar las herramientas
indispensables para que se dinamice el crecimiento y el progreso social, pero
es indispensable la iniciativa por parte de los ciudadanos para lograr estos
cometidos tan nobles.
La colaboración de los diversos
sectores que integran la comunidad es imprescindible si es que pretendemos
seguir por el camino de paz y de estabilidad que hemos instaurado con tanto
esfuerzo y dedicación. Una sociedad organizada es capaz de obrar como motor
para trabajar de la mano con un gobierno responsable y cercano a la gente.
Esperamos que le vaya muy bien a Yucatán y que seamos cada vez más orgullosos
de vivir en un mejor estado.