En
el caso de Yucatán, factores como los cambios bruscos de temperatura (pasar del
calor al aire acondicionado, o viceversa), hacen que en el estado sea más alta
la incidencia de la parálisis facial
La parálisis facial periférica es un
trastorno del nervio (llamado facial o séptimo par craneano) que controla el
movimiento de los músculos de la cara; al comprimirse afecta el movimiento de
los ojos, y las áreas del maxilar y la mandíbula, indicó el jefe de Servicios
de Prestaciones Médicas del Seguro Social en Yucatán, Jorge Martínez Torres.
En el caso de Yucatán, factores como
los cambios bruscos de temperatura (pasar del calor al aire acondicionado, o
viceversa), hacen que en el estado sea más alta la incidencia de la parálisis
facial. El estrés también es un factor que se debe tomar en cuenta cuando se
presenta esta afección.
En México, se tienen registros de que
se presentan 20 mil casos anualmente de parálisis facial, siendo las mujeres
las más afectadas por este padecimiento. El 20 por ciento de estas afectaciones
deja secuelas permanentes, como pueden ser: incapacidad para cerrar los ojos,
sonreír o asimetría del rostro.
Se da súbitamente, aunque tiene
algunas características con respecto a la edad y a los factores de riesgo.
No se sabe la causa, sin embargo hay
dos teorías que son las más frecuentes: una de origen vascular que se basa en
alteraciones de pequeñas arterias que se encuentran cerca de un nervio del oído
externo.
Otra de las teorías probables es de
origen viral, ya que se cree que también hay un proceso previo inflamatorio y
que esto puede condicionar la inflamación propia de este nervio; al virus que
más se ha asociado con la parálisis facial es el del Herpes zóster, (el que
condiciona la varicela).
Por lo que se cree que una vez que
tenemos este tipo de cuadro se queda almacenado y por circunstancias
medioambientales se vuelve a despertar y desencadena la enfermedad.
En cuanto a los factores de riesgo,
los más frecuentes son el embarazo, enfermedades metabólicas como diabetes e hipertensión;
procesos infecciosos ya sea a nivel de oído o garganta, así como infecciones de
piel que estén cercanas al oído. Otros factores pueden ser procesos
traumáticos, golpes y tumores.
Es una enfermedad que se caracteriza
por ser unilateral, esto quiere decir que rara vez se presenta en las dos
partes de la cara y se da una parálisis o pérdida de fuerza en una mitad de la
cara.
Los signos que la o el paciente puede
presentar, son: dolor de cabeza, en el ojo o auricular; sensación de
entumecimiento de la lengua, lagrimeo, dificultad para masticar, sensación de
que se desvía la boca o que se sale la comida de lado y dificultades para
cerrar el ojo.
Es muy importante que si se presenta
alguna de estas manifestaciones acuda inmediatamente a su Unidad de Medicina
Familiar (UMF), ya que el tratamiento debe iniciarse dentro de las
primeras 72 horas para evitar secuelas.
La o el especialista le explicará
sobre la evolución de la parálisis, mencionará las posibilidades que tiene de
recuperación y la importancia de llevar a cabo el tratamiento indicado. De
igual manera, se le enseñarán ejercicios terapéuticos para que realice en casa.
Por otro lado, no son recomendables
los aparatos eléctricos ya que pueden generar una de las complicaciones que
presenta la parálisis facial: movimientos anormales que se denominan sincinesia
-lo que se conoce como tics– o espasmos faciales. Es por lo anterior que
en el IMSS siempre se exhorta a que la o el paciente se apegue al tratamiento
que el médico le indica.