Al otro lado de la valla la vida era muy distinta.. ya no era alegre como siempre lo había sido, y estaba prohibida la celebraciòn de la Navidad…
Nadie podía entender que se pudiera impedir festejar el nacimiento del Niño Jesús… pero las cosas eran así de absurdas. Tampoco se podía colocar una bandera española en la ventana…
Los pequeños estaban desconcertados. La valla había dividido el pueblo en dos… algunos amigos vivían allí, en la otra parte, y se echaban mucho de menos. Llevaban todo el dorado diciembre intentando hacer llegar la esencia de la Navidad a aquella zona castigada y triste.
Aquella tarde Lourdes, Marta y Rocío hicieron hermosas tarjetas de colores. Decoradas con pinos, estrellas, nacimientos, piñas, velas… y escribieron en ellas palabras como AMISTAD, COMPARTIR, FELICIDAD, ESPERANZA… y las arrojaron desde lo alto de la colina hacia el otro lado de la valla…
Navidad es regalar felicidad!
Este cuento está basado en la idea principal de mi cuento navideño de este año… Prohibir lo nuestro es absurdo
Dedicado a Lourdes, Marta y Rocío, protagonistas del cuento
A mi amiga Ana
A mi amigo Pablo, un abrazo
A mi niño Luis
A mi amigo José María
A mi familia
A mis amigos hoy agraciados con la lotería de Navidad, sigo ampliando la lista
Y a mi amiga Vanessa
¡Feliz Nochebuena! ¡Feliz Navidad!