Editorial La Revista Peninsular
Llegaron los últimos días del año y con ellos las
celebraciones de Nochebuena y Navidad. Estas fechas nos enriquecen como
personas pues son una oportunidad para convivir, reflexionar y agradecer. Hago
énfasis en este último punto, el de agradecer, pues este año pudimos retornar a
nuestra normalidad tras los estragos que causó el COVID-19.
La pandemia marcó la vida de todos pues nos alejó de
las demás personas y nos quitó de manera permanente la presencia de muchos
familiares y seres queridos. Fueron tiempos difíciles en los que nuestro
cuerpo, nuestra mente y nuestros bolsillos sufrieron las consecuencias de una
parálisis mundial. Es verdad que el año pasado, para estas fechas, la situación
ya era más tranquila lo cual nos permitió organizar reuniones para convivir con
responsabilidad; sin embargo, es ahora cuando por fin podemos ver superada esta
histórica crisis.
Por esto, debemos agradecerle a Dios el haber
sobrevivido tiempos tan terribles para todos y no debemos dejar pasar ninguna
oportunidad para decirles a quienes nos rodean cuánto nos importan. Asimismo,
es importante que seamos conscientes de que estos tiempos pueden ser
complicados para algunas personas, particularmente para aquellas que perdieron
a algún ser querido recientemente, por lo que hay que procurar conducirnos con
amabilidad y empatía hacia los demás.
En estos tiempos de materialismo excesivo e
individualismo, abrirle el corazón a alguien es un gesto que vale oro.
Desde La
Revista Peninsular, queremos enviarle un abrazo y felicitaciones a nuestros
lectores, seguidores, colaboradores y patrocinadores.
¡Esperamos que ustedes y los suyos tengan una muy
feliz Navidad!
