Sic Sac, por: M.A. Elda Clemente Reyes.
Es casi una regla en el sistema político de nuestro país que los fines de sexenio son complicados o tersos. Lo más común es que algunos gobernantes que terminan su mandato enfrenten hostilidades fraguadas en su contra, situación que no es descabellado pensarlo cuando alguna que otra organización se da a la tarea de “protestar” en un último intento por presionar a las autoridades para lograr sus objetivos.
Este sexenio en particular quedará escrito en la historia del estado, primero por la transferencia del poder ejecutivo estatal a mitad de la administración, luego de que el ex gobernador Alejandro Moreno Cárdenas, designara gobernador interino a Carlos Miguel Aysa González, y segundo, por el triunfo de la oposición el 6 de junio. Aunque la impugnación de la elección tiene en compás de espera el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF), todo indica que a pesar del conteo y reconteo de votos el resultado será el mismo, según afirmaciones de columnistas locales y nacionales.
Los tiempos del imperialismo y del dedazo han quedado atrás, así quedó demostrado en el pasado proceso electoral donde el pueblo decidió y castigó errores del pasado. Nadie puede decir lo contrario, hacerlo sería pecar de ingenuidad y carecer de un análisis autocrítico.
Aunque el gobernador heredó un gabinete diversificado, algunos le siguieron el ritmo otros no, unos cumplieron su instrucción al pie de la letra y otros persiguieron sus propios beneficios incluso intereses ajenos. Estos dos últimos años de gestión hemos visto un desempeño serio, comprometido. Es importante destacar los compromisos cumplidos con el pueblo campechano y su mano amiga y solidaria.
En equipo con su esposa Victoria Damas de Aysa, titular del Sistema DIF Estatal, cuya sencillez, amabilidad, empatía y su sensibilidad en las acciones asistenciales, fortalecieron las acciones en favor de los grupos vulnerables y encajaron perfectamente consolidándose ante los ojos de la gente como la institución más cercana a los campechanos.
Carlos Miguel, trascenderá por ser el mandatario de la alternancia. Si Dios no dicta otra cosa, le tocará otorgar la estafeta a Layda Sansores San Román, con quien compartí la lucha del 97. A mis 21 años participé en la resistencia civil con una convicción férrea hasta el último día, y sin saber nada de política solamente lo que en esa época aprendía en las aulas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAC.
Será Carlos Miguel, el que entregue los resultados de sus dos años al frente del Gobierno del Estado y de los seis años en general. Concluirá siendo el político serio que privilegió el trabajo no la grilla, esa que echa a perder afectos, amistades y tarde o temprano ubica a los denostadores en su lugar. Porque la justicia divina existe. Es también el gobernador saliente que ha dado muestras de facilitar su relevo en los procesos que le tocará entregar.
Sin peligros que lo acechen, los grupos de poder dispuestos a manchar la imagen de su administración, tienden a enrarecer el ambiente social en un momento en que está en juego la elección del próximo gobernador, como un último pataleo por “defender” sus privilegios, como si no se conociera a sus patrocinadores. Generalmente se manifiestan porque al final es cuando se percibe más débil al gobierno. En esta coyuntura, aumenta la tentación para los que acostumbran hacer política fuera de las instituciones y atacan con bombazos mediáticos. Yo los llamo perversos.
A escasos días del fin del sexenio y el cierre de ciclos, es válido respetar cuestionamientos pero también hay que reconocer los aciertos. El jefe del Ejecutivo continúa igual que al principio, concentrado en sus giras por los 13 municipios, dando seguimiento de la Mesa de la Paz, Seguridad y Salud con autoridades locales y delegados federales con quienes mantiene una relación respetuosa y cordial, incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien reconoce como un aliado de Campeche.
En su Sexto Informe de Gobierno, lo dijo reafirmando su filosofía y su institucionalidad: “He procurado en los hechos garantizar a los campechanos sus derechos de libertad e igualdad. Conté con el pueblo campechano y mi pueblo contó conmigo hoy nos damos la mano en paz concediéndole a la armonía el más alto de los valores”.
Enhorabuena