La secuela Five Nights at Freddy’s 2 ha debutado con un éxito arrollador en la taquilla, consolidándose como un fenómeno comercial a tan solo días de su estreno. Según datos del mercado cinematográfico, la cinta recaudó 63 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos y Canadá, y sumó un total global cercano a 109 millones de dólares.
El bajo costo de producción —reportado entre 36 y 51 millones de dólares— hace que esta recaudación represente una ganancia notable, confirmando que el horror basado en la saga de videojuegos sigue siendo una apuesta rentable.
El estreno de la película rompió varios récords importantes: se convirtió en el mayor debut de la historia para un fin de semana posterior al festivo de Acción de Gracias, y también en el estreno más exitoso del año hasta ahora para una película con clasificación PG‑13.
Este desempeño contrasta con la recepción crítica. A pesar de los elogios por los efectos visuales y la ambientación, varios críticos han considerado que la película peca de un guion recargado, con exceso de subtramas y un ritmo desigual. Algunos la han calificado como “confusa” e “inequívocamente inferior a la primera entrega”.
No obstante, la respuesta del público ha sido mayormente favorable: datos de encuestas posteriores a funciones (PostTrak) indican que aproximadamente el 70 % de los espectadores recomendaría la película a sus amigos, lo que sugiere que el factor nostalgia, así como la fidelidad de los fanáticos de la franquicia, están impulsando su éxito comercial.
Con estos resultados, “Five Nights at Freddy’s 2” reafirma el poder de convocatoria de las adaptaciones de videojuegos cuando se combinan con un lanzamiento cinematográfico más tradicional —en este caso, con ventana exclusiva en salas—: una estrategia que, al menos por ahora, parece dar frutos.
