Como parte de la estrategia de paz y seguridad que de manera coordinada llevan a cabo los tres órdenes de gobierno y las Fuerzas Armadas, el Ejército Mexicano destruyó -en presencia del gobernador Carlos Miguel Aysa González-, armamento decomisado en diversos operativos efectuados en la entidad durante el presente año.
En total se destruyeron 20 armas cortas y 18 largas, cuatro mil 174 cartuchos, 29 cargadores, 17 cascos, 13 ojivas, dos placas de balística, un bipié, un frasco con diferentes refacciones, una extensión de culata y una mira telescópica.
En la explanada del 10.º Batallón de Infantería, el mandatario estatal, los comandantes de la 33.ª Zona Militar, Enrique Dena Salgado y de la Tercera Región Naval, Octavio Trejo Hermida, y el secretario general de Gobierno, Pedro Armentía López, constataron el corte que se realizó con una sierra de metal de las primeras armas: pistola calibre 9 milímetros marca Glock; carabina M16-A2 calibre 5.56 y fusil HK92 calibre 7.62, de fabricación norteamericana.
En el caso de las municiones confiscadas, estas son enterradas en un bloque de cemento, con lo que quedan completamente inservibles.
El armamento decomisado fue resultado de los operativos que de manera conjunta llevaron a cabo, a lo largo de toda la geografía estatal, el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado.
Al acto también asistieron el titular del Poder Legislativo, Ramón Méndez Lanz; los secretarios de Seguridad Pública, Jorge Argáez Uribe y de Protección Civil, Edgar Hernández Hernández; el delegado de la Fiscalía General de la República, Carmelo Marcos González y el fiscal general del estado, Juan Manuel Herrera Campos, entre otras autoridades integrantes de la Mesa Estatal para la Construcción de la Paz.