El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) recibió un total de 9 millones de pesos y 8 millones de dólares en fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) entre los años 2019 y 2023, según reveló un informe del Centro de Análisis para la Seguridad y Democracia (CASAR). Estos recursos fueron destinados a diversos programas y proyectos durante el sexenio de López Obrador, en un contexto de tensas relaciones entre México y Estados Unidos.
El informe detalla que los fondos de USAID fueron canalizados hacia programas que buscan fortalecer la seguridad, la justicia, y los derechos humanos en México, en línea con los objetivos tradicionales de la agencia estadounidense. Sin embargo, esta revelación ha generado controversia en el contexto de la retórica de AMLO, quien ha sido crítico de la injerencia extranjera en los asuntos internos de México.
López Obrador ha señalado repetidamente a USAID por su presunto apoyo a organizaciones opositoras y ha insistido en que la soberanía de México no debe ser comprometida por influencias externas. Esta tensión se ha reflejado en su administración, que ha tomado medidas para limitar la influencia de actores extranjeros en la política interna del país.
A pesar de estas críticas, los fondos recibidos entre 2019 y 2023 muestran la continua cooperación entre Estados Unidos y México en áreas de interés mutuo. Los recursos de USAID han sido utilizados en iniciativas que van desde el fortalecimiento de las capacidades de las instituciones de justicia hasta la promoción de los derechos humanos, áreas en las que ambos países han buscado colaborar a pesar de las diferencias políticas.
El informe de CASAR también destaca la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el uso de estos fondos, subrayando la necesidad de que ambos gobiernos trabajen juntos para garantizar que los recursos se utilicen de manera efectiva y en beneficio de la población mexicana.
Este flujo de recursos pone de relieve la complejidad de las relaciones entre México y Estados Unidos, donde la cooperación en ciertas áreas convive con la desconfianza y las tensiones en otras. Con las elecciones presidenciales en ambos países en el horizonte, el manejo de estas relaciones y la influencia de actores extranjeros en la política mexicana seguirán siendo temas de gran relevancia.
