El gobierno francés, liderado por el primer ministro Michel Barnier, ha sido destituido tras la aprobación de una moción de censura en la Asamblea Nacional. La moción, respaldada por 331 votos, superó los 288 necesarios para su adopción.
La iniciativa fue promovida por la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular y contó con el apoyo de la Agrupación Nacional, partido de ultraderecha liderado por Marine Le Pen. Esta alianza inusual se formó en respuesta al uso del artículo 49.3 de la Constitución por parte de Barnier para aprobar los Presupuestos Generales de 2025 sin votación parlamentaria, lo que generó controversia y oposición.
Marine Le Pen criticó las políticas de Barnier, señalando que “las políticas de Macron continúan bajo el gobierno de Barnier”.
Con la destitución de Barnier, quien ocupó el cargo durante solo tres meses, el presidente Emmanuel Macron enfrenta el desafío de nombrar un nuevo primer ministro en un contexto de minoría parlamentaria y creciente polarización política. Según la Constitución francesa, no es posible convocar nuevas elecciones legislativas hasta 2025, lo que complica aún más la situación.
Este acontecimiento marca la primera vez desde 1962 que un gobierno francés es derrocado mediante una moción de censura, reflejando la profunda fragmentación y estancamiento político en el país.