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Golpe contundente

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En la historia del cine pocos enfrentamientos han sido tan épicos como lo fue la batalla entre Rocky Balboa e Iván Drago en Rocky IV. Este capítulo de la saga simboliza la Guerra Fría que se vivía en la época, contraponiendo al gran campeón americano contra el gran campeón de la Unión Soviética. Una histórica pelea de titanes.

Sin duda, Drago fue el más peligroso de los rivales del “Potro Italiano” presentándose como una enorme máquina sobrehumana, un ser invencible. Durante el primer round del violento desenlace, Drago parecía verdaderamente indestructible recibiendo todos los golpes de Balboa sin mostrar daño y castigándolo despiadadamente. Es hasta el segundo round que, después de un contundente golpe por parte de Rocky, Iván Drago demostró que era humano y sangró. El resto es historia.

Así como Drago se erigió como el coloso del boxeo; nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, se erigió como el gran coloso de la política mexicana. Como Drago mató al icónico campeón americano Apolo Creed; Andrés Manuel, aparentemente, mató al PRI en los pasados comicios electorales. Como Drago buscaba conquistar a los campeones más poderosos del mundo; Andrés Manuel buscó conquistar a los poderes de México, y lo logró.

Andrés Manuel acaba de recibir un golpe que nos demuestra que es humano. El ahora senador, Germán Martínez Cázares renunció como titular del Instituto Mexicano del Seguro Social mediante una carta que publicó en los medios oficiales del instituto. En esta carta describe clara y meticulosamente la situación actual del IMSSy la relación que tiene con la Secretaría de Hacienda, razón por la cual renunció. Expresó que la política de austeridad de la actual administración es incompatible con el funcionamiento del sector salud, y que las estrictas medidas de Hacienda ocasionarían una crisis de salud.

Germán Martínez acusa a Hacienda de ser protectores del neoliberalismo, enemigo público ficticio de la actual administración, por anteponer medidas orientadas a la economía a las necesidades de salud del pueblo mexicano.

El presidente, consciente de la afectación que representaría la renuncia, planteó una narrativa de normalización del hecho. Dijo que era una pena la renuncia, pero que nadie estaba obligado a pertenecer a la administración, y que se alegraba por la convicción que demostró el ex director sobre sus ideales. Incluso, ahora ya replicó una situación de renuncia para restar impacto a la primera. De forma casi absurda, mencionó que en la administración de Juárez (para él, la mejor de la historia del país) igual hubieron renuncias, por lo que no era nada extraordinario ni preocupante. Yo me pregunto por qué deberíamos confiar en el criterio histórico de un individuo que cree que México existía hace diez mil años.

Quiero hacer hincapié sobre lo descriptiva que es la carta de renuncia de Martínez Cázares. No solo se describe la inminente crisis de salud ocasionada por el desabasto de medicamentos, de personal, o la incapacidad para cumplir contratos, también se explican las medidas que ha tomado Hacienda que representan un riesgo para el sector salud, se presentan posibles soluciones a la crisis, y se denuncia la mala comunicación entre los órganos de gobierno.

El presidente declaró saber con semanas de anterioridad la intención de renuncia de Martínez Cázares, y dijo saber que existía conflicto entre el ex titular y Hacienda, pero que no conocía la situación a fondo.
Germán Martínez Cázares no quiere permitir que la supuesta ineptitud de la actual administración manche la carrera política que ha construido.
Si bien, la carta termina refrendando su apoyo al representante del ejecutivo; la situación que ha presentado a la sociedad puede más que cualquier halago.

Este golpe pudo representar mucho más y aunque fue contenido en la medida de las posibilidades del equipo de presidencia se vio la vulnerabilidad que tiene. Germán antes de ser titular del IMSS era senador, y pidió licencia para ocupar el cargo. Esto significa que Martínez Cázares regresa al Senado; y en un pleno donde Morena no tiene mayoría absoluta y ha batallado de sobremanera para aprobar iniciativas clave, el voto de Germán Martínez es esencial, por lo que cualquier disputa política contra este personaje es inviable. Durante sus primeros meses (su primer round) se vio imbatible, como Drago. Ahora estamos en el segundo round, y como Drago, acaba de demostrar que también es humano y sangra.

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