Llegò en un barco, navegando. En un barco que se llamaba Virgen de la Macarena! Y la recibieron con felicidad y afecto. Era la palabra “gracias”, que llegaba al lugar para ser ofrecida a alguien. El evento comenzò puntual, era un acto sencillo y bonito.
Y la niña hablò, con su voz clara…
“Gracias. Gracias por todo y por tanto. Gracias por ser, por estar, por saber ser y saber estar. Gracias con letras rotundas. Gracias por la nobleza y la pureza, por la verdad. Gracias por no aparentar, por tener sencillez y humildad. Por la entrega, por el trabajo, por cada esfuerzo. Por cada palabra, y cada enseñanza! Gracias por la risa, y la sonrisa. Por el buen humor y la alegría. Gracias siempre. Por el temple, por el sabor, por la aficiòn, por el buen corazòn, por el cante. Gracias por el alma. Y por la esencia. Por hacer el mundo mejor y la vida más bonita. Gracias. Así. Con gratitud, gracias.”
Y la palabra se llenò de valor y de significado, y de sensaciones. Gracias!
Dedicado a Juli, hace años de un día importante para él
Dedicado a las personas que hacen la vida mejor y màs hermosa
Dedicado a los seres de verdad