Las familias Abraham Goff, Abraham Molina y Molina Briceño agradecemos de corazón todas las muestras de apoyo, cariño y solidaridad que con tanta generosidad nos ofrecieron con sus oraciones, ayunos y sacrificios por la salud de Gerardo y la fortaleza en nuestras familias. Gracias a nuestros familiares, amigos y a todos quienes, sin tener aún la dicha de conocer, fueron Ángeles en la Tierra y nos acompañaron siempre.
El legado de Gerardo no se limita a su testimonio de hijo, hermano, esposo, padre y amigo ni a su incansable lucha contra la enfermedad, se extiende a un mensaje de trascendencia al sufrimiento humano, de fe y confianza ante las vicisitudes de la vida y de un sentido de premura al amor incondicional que todos estamos llamados a ejercer en nuestra vida ordinaria. Tomado de la mano de María, como dócil hijo suyo, recibió de Ella consuelo y fortaleza, y como embajador del rosario alcanzó para él y para todos nosotros innumerables gracias.
El deseo de Gerardo fue sembrar en nuestros corazones el germen de la oración filial y de la ocupación ante las necesidades de los demás. Hoy muchos hermanos nuestros sufren solos y en silencio y el pronto alivio no es un panorama probable. A ellos Dios quiere llevar su consuelo a través del amor del que somos capaces. Así Gerry, inmerso en su propia batalla por recuperar el vigor, no escatimó en tiempo y cariño para llevar esperanza a quienes la habían perdido, para acompañar a otros en sus dolores y penas y motivar a quienes gozamos del don de la salud a perseverar en la fe, confiar en nuestro destino eterno y vivir amando a Dios y a los demás.
Seamos firmes en la oración por quienes sufren y generosos en sus necesidades. Otros Gerardos, a veces acompañados y a veces solos, necesitan de nosotros, de nuestra compañía, de nuestra oración y de nuestro apoyo.
Hoy damos gracias a Dios por la vida de Gerardo y a ustedes por su amor y su cariño.
En oración,
Familias Abraham Goff, Abraham Molina y Molina Briceño.
¡Gracias Gerry!
#todossomosgerry