Un equipo de científicos que investigaba los movimientos de tiburones cailón, una especie en peligro, ha documentado por primera vez un caso en el que uno de estos depredadores fue devorado por una criatura aún mayor. El ejemplar, una hembra preñada, fue equipada con un dispositivo de rastreo en octubre de 2020, cerca de Cape Cod, y monitoreada durante cinco meses antes de desaparecer en marzo de 2021.
Los datos recolectados indicaron cambios abruptos en las temperaturas y profundidades, lo que sugirió que la tiburón había sido atacada y devorada por otro animal más grande. Según los expertos, la constante temperatura registrada por el dispositivo reveló que este se encontraba dentro del sistema digestivo del depredador durante varios días, hasta que fue expulsado.
El ataque ocurrió en el Mar de los Sargazos, y las teorías más fuertes señalan como posibles responsables a dos especies: un gran tiburón blanco o un tiburón mako, ambos depredadores suficientemente grandes para cazar a un tiburón adulto como el cailón. Brooke Anderson, bióloga marina y líder del estudio, señaló que este evento abre nuevas interrogantes sobre las relaciones entre grandes depredadores marinos y cómo estas interacciones pueden impactar los ecosistemas.
La investigación subraya la vulnerabilidad del tiburón cailón, una especie ya amenazada por la sobrepesca. La pérdida de una hembra reproductora y sus crías es un golpe significativo para una población en riesgo, y el equipo de científicos planea seguir investigando cuán frecuentes son estos encuentros entre tiburones de gran tamaño.
