Desde la llegada de Hansi Flick al banquillo del FC Barcelona, el equipo ha experimentado una profunda transformación, tanto en su estilo de juego como en la preparación física. El técnico alemán ha implementado un sistema que combina sesiones dobles de entrenamiento, una estricta disciplina y un enfoque táctico detallado, generando resultados inmediatos en el rendimiento de la plantilla.
Uno de los principales cambios bajo la dirección de Flick ha sido la intensificación de los entrenamientos. Las sesiones ahora son dobles, con dos horas cada una, enfocándose en la velocidad, el físico y la táctica. Este enfoque meticuloso ha sido clave para devolverle al equipo la intensidad y competitividad que se había perdido en temporadas anteriores. Además, la reorganización del equipo de preparación física ha sido crucial, especialmente después de que el presidente Joan Laporta expresara públicamente su descontento con la forma física del equipo la temporada pasada.
El “método Flick” también se caracteriza por la confianza en los jóvenes talentos del club. Jugadores como Héctor Fort y Marc Casadó han sido fundamentales en la renovación del equipo, lo que demuestra la importancia que Flick otorga a la juventud y a la cantera del Barcelona. Asimismo, figuras veteranas como Robert Lewandowski han recuperado protagonismo bajo su mando, lo que ha contribuido a la mejora del rendimiento ofensivo.
La estrategia de Flick ha logrado devolver al Barcelona a los primeros planos de la competencia en LaLiga, revitalizando a un equipo que, tras varios años de altibajos, parecía haber perdido su identidad.