Por Marco Antonio Cortez Navarrete
Con el arribo de Elon Musk como colaborador al gobierno de Estados Unidos y pegado literalmente al presidente Donald Trump, las industrias aeroespacial y automotriz cobraron una enorme trascendencia ya que de la mano de estas corre de manera paralela la tecnología con impresionante desarrollo y penetración directa en la vida de los seres humanos, si, hablo de la Inteligencia Artificial (IA).
Y es que junto a Musk hay otros personajes como Mark Zuckerberg, fundador, presidente y director ejecutivo de Meta, originalmente creada como Facebook, y Jeff Bezos, creador de Amazon, que inició como librería en línea y se expandió a una variedad de productos y servicios de comercio electrónico, transmisión de video y audio, computación en la nube e inteligencia artificial.
No podemos olvidar a Steven Paul Jobs quien falleció en 2011 y es recordado como empresario industrial, magnate propietario de medios y cofundador y presidente de Apple y máximo accionista individual de The Walt Disney Company.
Cuando aún era joven viví la época de la ingeniería mecatrónica —aquella donde fue notición la guerra de robots organizada por la Facultad de Ingeniería de la UADY y que ganó el primer lugar de un evento organizado por la UNAN—.
¡Qué tiempos aquellos!.
Quien diría que hoy la tecnología está en todo; en nuestros teléfonos inteligentes, en nuestras redes de wifi o más sofisticadamente en drones y/o satélites que órbita la tierra y tienen la capacidad de penetrar hasta el mismo sitio donde duermes e incluso escuchar tus roncidos
¿Hasta donde la tecnología
Imitará o suplantará al ser humano?. Este planteamiento hasta hace apenas unos años habría sido un sueño, una ilusión, pero que hoy, guste o no, es una realidad. Tienen de ti, todo lo que necesitan, solo es cuestión de tiempo.
Sean felices
