Sic Sac, por: M.A. Elda Clemente Reyes.
Hace unos días platicando con amigos académicos que no tienen
nada que ver con algún instituto político comenté los errores mediáticos de las
campañas y en las redes sociales. Hay que decirlo, la falta de una narrativa
convincente y la ausencia de una estrategia acorde con el territorio, están dando
resultados magros a candidatos de diversos partidos.
Sin importar
color, sabor o ideología, todos los días caminan bajo los ardientes rayos del
sol exponiéndose al Covid-19 con la intención de convencer al mayor número del
electorado. Confiados llegan al domicilio de la gente que amablemente les abre
las puertas, sin conocer sus necesidades y sin saber la situación real de su preferencia,
porque la mayoría por primera vez, hacen contacto con los votantes.
Para estar
al tanto si los campechanos creen en sus proyectos, es importante poner
atención en lo siguiente: Si escuchan atentamente y por convicción no por
compromiso; los miran fijamente a los ojos sin desviar la mirada; su sonrisa es
original no fingida o provocada; si existe en su memoria algún beneficio o
gestión recibida; si visualizan la posibilidad de mejorar su entorno; pero, si
su admiración por la candidata o candidato supera las opciones anteriores,
estamos frente a un elector decidido a darle su voto.
Recientemente,
luego de terminar la actividad “Adopta un árbol, adopta una vida”, que venimos
realizando un grupo de jóvenes de mi agrupación #SoyGenteDelPueblo observamos en
el ocaso del atardecer, una caminata en la colonia Jardines, coincidentemente
muy cerca de donde llevamos a cabo la entrega de plantitas a vecinos que me las
solicitaron.
El ruido de
las bocinas y la algarabía del gentío que coreaban las canciones alusivas al
partido de una conocida candidata, nos hizo voltear y echar un vistazo. Para mi
sorpresa a pesar de tener el cubrebocas, varios seguidores me reconocieron, se
acercaron inmediatamente a saludarme y sin titubear se fundieron en un abrazo
que no estaba en agenda y me hizo recordar viejos tiempos.
Observando el
mínimo detalle del recorrido me di cuenta de la singularidad de la aspirante
que, sin hacer ofrecimientos al aire, lograba transmitirles la esencia de su
mensaje y, su anhelo de ganar parecía impregnarse en la gente que acentuaban la
cabeza con un “sí” y reafirmaban “cuenta conmigo”.
Durante el
trayecto no me acerqué a la protagonista ni a sus acompañantes, nunca me ha
gustado el egocentrismo, prudentemente guardé la sana distancia, mientras ella
ataviada por decenas de partidarios avanzó cuadras enteras logrando una
aceptación natural.
No sé cuál sea el recibimiento que le
dan en otros distritos de la geografía estatal, lo que pude ver fue algo
imprevisto, suficiente para confirmar lo que he venido escribiendo en mis artículos
anteriores.
Esta campaña
no se trata de choros, discursos estructurados ni de palabras sin sentido. Al
contrario, los candidatos que sean capaces de conectar con la gente desde el
corazón, la empatía y, sobre todo, desde sus emociones, tienen asegurado el
éxito.
Veremos si el
6 de junio tengo o no la razón. Sí, hay que decirlo, en estas elecciones
saldrán victoriosos los que no se cansen de caminar de interactuar de sumar voluntades
y los que su fe inquebrantable, los lleve más allá de un deseo, un capricho o
una ambición.
