Por Marco Antonio Cortez Navarrete
Estudiante y egresado de la escuela preparatoria Dos, Joaquín “Huacho” Díaz Mena quien en breve rendirá protesta como gobernador del estado, sostuvo una reunión con Carlos Alberto Estrada Pinto, rector de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
En su momento, como legislador federal, Huacho visitó la prepa Dos para recordar su paso por el plantel y en agradecimiento gestionó la construcción de la segunda etapa de un flamante auditorio en beneficio de los cerca de 5 mil alumnos.
Es así que el significado de la reunión entre el gobernador electo y el rector de la universidad tiene enorme simbolismo y trascendencia sobre todo porque la UADY, además de sus 30 mil estudiantes, se encuentra entre los primeros lugares del ranking de instituciones públicas de educación superior en el país.
“En mi gobierno, la educación será un derecho y no un privilegio, porque la educación es un derecho humano y una herramienta fundamentnal para lograr la justicia social”, dijo el futuro gobernante de acuerdo con una publicación en sus redes sociales.
La verdad, Joaquín, debo señalar, la educación, según la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es un derecho y una obligación del Estado Mexicano y, si, es la única vía para una auténtica y verdadera justicia social y para la formación de las y los mexicanos con deseos de acceso a mejores estándares de vida personal y familiar.
Huacho, producto de la educación pública, egresó profesionalmente del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM), situación que de manera natural lo obliga a impulsar y apoyar la educación en todos y cada uno de sus niveles y con ello también a instituciones y universidades privadas.
Para la educación no deben existir obstáculos y barreras, es la única vía para el desarrollo económico, social y político del país. En el caso de la UADY, además del apoyo a la preparatoria dos y esperamos a más planteles, es fundamental el respeto a la autonomía porque gracias a esta la universidad ha mantenido un desarrollo y crecimiento permanentes, basados en planes de desarrollo a largo plazo y alejada de los vaivenes de gobiernos y partidos políticos.
Aprovecho este espacio que me brinda La Revista Penínsular para comentar sobre los nombramientos de funcionarios del gabinete legal del gobierno electo y entre estos destaco, el de Judith Ortega Canto, como secretaria de salud. La doctora Ortega es ex directora del Centro de Investigaciones Regionales de la UADY, dependencia con enorme cantera de mujeres y hombres dedicados a la generación de conocimientos que bien capitalizados podrían impactar de manera positiva en todos los sectores de la sociedad.
Asimismo en el citado gabinete hay nombres de mujeres y hombres integrantes de las nuevas generaciones de políticos egresados de instituciones educativas públicas y privadas y de militantes fundadores de Morena y desde luego de ex funcionarios y ex militantes de Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, partidos políticos que fracasaron en el proceso electoral del 2 de junio pasado.
Por cierto, ya que hablamos de la UADY trascendió que en fecha próxima iniciará la construcción de una nueva dependencia en los terrenos del parque científico y tecnológico que será similar a la unidad de inserción social de San José Tecoh que trabaja de la mano con cientos de familias del sur de Merida.
También trascendió que la UADY tiene proyecto para crear una unidad multidisciplinaria en Motul —tierra de Felipe Carrillo Puerto— parecida a la que opera en Tizimín y que a la fecha ya formó a decenas de generaciones de profesionales en distintas áreas del conocimiento y está vinculado con familias del oriente del estado e incluso de Quintana Roo.
Hasta aquí mi aportación para esta semana. Les envío un abrazo y griten ¡Viva México! Recuerden que la esperanza es lo último que muere. Chao.
