Se comenta solo con…, por: Carlos Ramos Padilla.*
Para los ilusos o confiados en que la pandemia ya concluyó pues hay malas noticias. Eruditos y científicos de todo el mundo se han dado a la tarea por eliminar completamente, por lo menos controlar, al COVID y sus variantes. La producción y mejoramiento de vacunas se intensifica proponiendo medicamentos como el ATSOVID, desarrollado en México por la empresa SPV TIMSER. La UNAM informa que el fármaco posee propiedades antivirales e inmunoreguladoras que pueden favorecer en la prevención y tratamiento del COVID-19. Se compone por una molécula de origen natural obtenida del extracto de la planta Glycyrrhiza glabra, consumida desde hace muchos años con fines medicinales como parte de la tradición herbolaria oriental. Sin embargo y a pesar de los años transcurridos los medicamentos aún están en fase de experimentación mientras hay nuevas cepas que desorientan a los académicos.
Actualmente se han llevado a cabo diversas investigaciones científicas con la finalidad de utilizar esta molécula como un fármaco contra la pandemia y también en prevención a otras enfermedades respiratorias. La infección del virus SARS-CoV-2 comienza con su entrada a las vías respiratorias y posteriormente su proteína Spike se une con la proteína de membrana celular ACE2, presente en la mayoría de las células que componen el sistema respiratorio. Una vez unido a su receptor (ACE2), se desencadena una serie de reacciones que conducen principalmente a la replicación viral en el interior de la célula y un efecto de inflamación intracelular y extracelular. El contacto físico y sin cumplir con los protocolos sanitarios continúa siendo el mayor riesgo para adquirir la enfermedad aún y a pesar de las vacunas.
El registro de muertes ha disminuido pero no concluido y sin los grupos vulnerables los más expuestos. Por ello hay quienes se atreven a aventurar que el uso de cubrebocas debe pasar a un nivel cultural obligatorio y los gobiernos emprender acciones intensas de investigación médica para evitar muertes masivas.
Hay indicadores de alto riesgo y peligro para comunidades aisladas a zonas rurales. Ahí la población expuesta a esquemas reducidos de nutrición y una extrema pobreza reciben de lleno los impactos nocivos de la pandemia. De igual forma la comunidad de adultos mayores sobreviven a esta situación. Hay que reconocer que la pandemia, por su sorpresa y difusión, lleva ventaja al mundo científico que en este caso en particular lejos de prevenir sólo reacciona.
*Conductoe del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.