Este miércoles se dieron a conocer una serie de fotografías y videos inéditos que muestran el interior de la mansión del fallecido depredador sexual Jeffrey Epstein, ubicada en la isla privada Little St. James, en las Islas Vírgenes de Estados Unidos. El material fue divulgado por los demócratas de la House Oversight Committee, tras recibirlo de las autoridades de las Islas Vírgenes como parte de la investigación en curso sobre los crímenes atribuidos a Epstein.
Las imágenes y videos, capturados en 2020, revelan espacios que hasta ahora permanecían ocultos: dormitorios, baños, salones, áreas exteriores e instalaciones de la propiedad. Entre las estancias más perturbadoras figura un cuarto equipado con lo que parece un sillón de dentista, cuyas paredes están cubiertas con máscaras de rostros masculinos —un detalle que, dada la historia del caso, resulta inquietante. En otra fotografía aparece un teléfono fijo con varios contactos en marcación rápida (con nombres como Darren, Rich, Mike, Patrick y Larry), lo que sugiere una red de comunicación interna en la mansión. Además, en un salón se ve una pizarra en la que se han escrito palabras como “poder”, “engaño” o “política” —inscripciones crípticas que alimentan las interrogantes sobre el uso real de esos espacios.
Los responsables de la publicación del material, encabezados por el diputado Robert Garcia, argumentaron que liberan estas pruebas con el fin de fomentar la transparencia pública y contribuir a reconstruir el alcance real de los abusos que se habrían cometido en esa propiedad. Este acto se produce en medio del cumplimiento de una nueva ley, la Epstein Files Transparency Act, que exige al United States Department of Justice (DOJ) la revelación de todos los documentos no clasificados relacionados con el caso, antes del 19 de diciembre de 2025.
Aunque las imágenes no —por sí solas— confirman nuevas acusaciones específicas, sí ofrecen un vistazo tangible a los rincones de una propiedad que fue núcleo de una red de explotación sexual. Las fotografías amplían el contexto visual del caso: muestran cómo era la vivienda, sus salones, su aislamiento, y ciertos espacios que parecen diseñados para actividades perturbadoras. Esta publicación reaviva los cuestionamientos sobre la dimensión real de los crímenes de Epstein y pone presión adicional sobre las autoridades de Estados Unidos para que revelen el resto de los documentos vinculados al caso.
Este nuevo conjunto de evidencias mediatizadas podría influir en la opinión pública y reactivar juicios mediáticos sobre las figuras poderosas asociadas al magnate antes de su muerte. Al mismo tiempo, refuerza la exigencia de justicia para las sobrevivientes y de transparencia institucional, en un caso que sigue generando conmoción mundial.
