La Revista

Increíble experiencia ser parte de la solución

Marco Cortez Navarrete
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Por: Marco Antonio Cortez Navarrete.

¿Cómo te enteraste?, ¿cómo te sentiste?, ¿qué te dijeron?, ¿cómo te sientes ahora?.

Estas y muchas otras preguntas más me han formulado en los últimos 4 días toda vez que, por decisión propia, acudí a una clínica, aquí en Mérida, para que me sea aplicada la vacuna, fase III contra el COVID-19, de los laboratorios Janssen, filial de Johnson y Johnson, cuya matriz, entiendo, se ubica en los Países Bajos (Holanda).

Al 50 por ciento de los voluntarios se les aplica la vacuna y al 50 por ciento restante un placebo, esto como parte de la investigación y durante un año estaré sometido a un seguimiento virtual y físico para que los expertos evalúen los síntomas y efectos del antídoto contra el coronavirus, enfermedad que, hasta el momento de escribir estas lineas, ya le quitó la vida a más de millón y medio de seres humanos y en México, también hasta el día de hoy, sábado 5 de diciembre, a 108 mil 863 personas, con un aumento para parece no tener fin.

Y, sinceramente, me siento orgulloso y feliz de participar, de formar parte de este grupo de voluntarios que han decidido contribuir con la ciencia médica y, desde luego, buscando mantener su salud.

Hoy, ante la proximidad de las celebraciones decembrinas vemos con asombro y temor la posibilidad de un nuevo incremento de casos que, obviamente, se traduciría en un aumento en el número de decesos, y como ejemplo, señaló a la capital de la República donde todos los días hay un flujo permanente de 22 millones de personas que han puesto en jaque a las autoridades quienes una y otra vez repiten la importancia de extremar medidas ya que el centro económico y político de la nación está de nuevo al borde del semáforo rojo, fijado precisamente por la pandemia.

Regresando al tema, mi tema, la vacuna de Janssen, explico:

¿Cómo me enteré? bueno, un amigo médico me habló y me dijo que este laboratorio está o estaba realizado pruebas en esta ciudad y que era una excelente oportunidad para mí, para la ciencia y para todos. De inmediato mi respuesta fue: “Sí. Adelante”, sin dudas y titubeos.

¿Cómo me sentí?…seguro, sobre todo, una vez iniciado el protocolo para la inyección y después de recibir una explicación con un detallado procedimiento y de pruebas médicas y clínicas. Mi reconocimiento a los profesionales que con toda capacidad y amabilidad atienden a las personas que han tomado esta decisión y que seguramente redundará en beneficio de toda sociedad local, nacional e internacional.

¿Qué me dijeron?, más bien diría que no me dijeron. Explican con lujo de detalle todas las características y objetivos de la investigación e incluso ahora tengo una aplicación digital a través de la cual tengo un seguimiento cotidiano que posteriormente será cada dos veces por semana y así hasta ampliarse a los seis meses y el año.

Desde luego en breve regresaré para una nueva prueba sanguínea, supongo, para evaluar elementos propios de la fase tres de la vacuna.

¿Cómo me siento?. Muy bien, en estos momentos que escribo, excelente diría. Tal vez las primeras 24 horas fueron aspectos relacionados con la incertidumbre de lo que hay dentro de mi organismo y/o qué pasará, pero conforme transcurre el tiempo la seguridad y confianza regresan y se fortalecen al saber que la decisión que tomé fue la correcta.

Finalmente, ¿qué me dice mi familia, amigos y conocidos?, solo dos palabras: Felicidades (supongo por ser parte de este grupo que sienta un precedente) y gracias (creo que esto se debe por contribuir con la ciencia médica). ¿Saben?. Sí, estoy muy contento de ser parte, mínima o ínfima, pero parte al fin de la solución de este terrible problema de salud.

Y mientras todo esto sucede, hagamos caso a las autoridades sanitarias y del gobierno estatal y municipal, no caigamos en los mismos errores que hoy han hecho presa de nuevo a muchas localidades, estados y naciones. Sabemos que ésta temporada invernal será crucial no tan solo para enfrentar al COVID sino también a su primo hermano: la influenza. Entiendo que ya están las vacunas disponibles y le recomiendo a todas las personas que necesitan aplicársela, lo hagan, no pierdan tiempo.

Yo, esperaré, un lapso de 15 días a partir de la aplicación de la vacuna de Janssen y lo haré por mi propio bien, por la gente que quiero y me rodea y porque deseo lo mejor para mi comunidad y para mi país. Por cierto, use cubrebocas y con todo respeto no le haga caso a quienes dicen que “no es necesario” aún sea el máximo gobernante de este país llamado México.

Gracias y hasta la próxima. Cuídense mucho. El COVID-19 es paciente, está afuera, listo para actuar.

Marco Cortez Navarrete
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