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Infección bacteriana y mortal en Japón genera incertidumbre global

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Mérida, Yucatán, a 10 de julio de 2024.- En el año pasado, 2023, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón registró 941 casos del síndrome de” shock tóxico estreptocócico” (STSS) en el país, cuestión que causó mucha preocupación en su momento, debido a que esta bacteria podría relacionarse con una nueva pandemia y, para muchos, era desconocida.

En este año, 2024, durante los primeros 2 meses -enero y febrero-, se registraron 378 sucesos relacionados al síndrome, también denominado “bacteria carnívora”, por lo que especialistas e investigadores determinaron que el brote se seguirá acelerando al hacer una comparativa del número obtenido en el 2023 con el 2024. A la fecha del 2 de junio de 2024 se han detectado 977 casos de esta infección altamente peligrosa y potencialmente mortal, 36 más que el año pasado. Lo más distinguido de este brote es que, entre enero y marzo, 77 personas han perdido la vida por dicha enfermedad.

El gobierno de Japón emitió una alerta epidemiológica por el gran aumento de casos, informando que la cepa tiene una tasa de mortalidad del 30%.

De acuerdo con Kikuchi Ken, profesor de la Universidad Médica Femenina de Tokio, el contagio de la cepa se produce al mantener una cercanía con la persona infectada, adhiriéndose al cuerpo sano por los conductos respiratorios a causa de estornudos o tos y, también, por medio de heridas abiertas.

Tiene un origen que se remonta a 1992. Desde ese año se han notificado un promedio de 100 a 200 casos anualmente. Sin embargo, la cifra ya superó los récords en estos últimos meses. Por su parte, los médicos japoneses ya indicaron a través de medios locales que, en su mayoría, las personas infectadas no cuentan con síntomas y, en caso de tenerlos, suelen ser dolor de garganta, fiebre, diarrea, vómitos o fatiga.

Dentro de los posibles signos y síntomas del STSS se encuentran: fiebre alta repentina, presión arterial baja, vómitos o diarrea, salpullido similar a las quemaduras por el sol (en especial, en las palmas de las manos y plantas de los pies), desorientación y dolores musculares. En su forma fulminante, causa necrosis de las extremidades, provocando el fallecimiento del individuo por fallos en diversos órganos del cuerpo en el transcurso de unas horas o días (en su mayoría, no excede las 48 horas). Superar la infección puede ser sencillo, aunque las secuelas físicas pueden llegar a durar meses.

El nombramiento de la enfermedad como “carnívora” se debe a la necrosis cutánea, la cual provoca la muerte de células o tejido corporal a causa de la poca circulación sanguínea.

Es imprescindible la higiene para evitar el contagio de la enfermedad; el correcto lavado de manos y cuerpo, al igual que el uso de las mascarillas son necesarios para inhibir la transmisión del ente. Así mismo, el constante monitoreo con ayuda de algún especialista o médico es importante para evitar un problema mayor, tanto al individuo como a las demás personas.

Fue el ministro de salud, Keizo Takemi, quien anunció a las autoridades el desconocimiento, a ciencia cierta, del aumento espontáneo de la cepa y sus causas; dentro de las hipótesis destaca la relación al repunte de enfermedades respiratorias tras la eliminación de restricciones durante la pandemia.

“Podemos aumentar la inmunidad si estamos constantemente expuestos a bacterias. Pero ese mecanismo estuvo ausente durante la pandemia de coronavirus”, dijo Kikuchi. “Por lo tanto, ahora hay más personas susceptibles a la infección, y esa puede ser una de las razones del fuerte aumento de los casos”, recalcó.

Por el momento, no se tienen registros confirmados de esta cepa en México, pero se tienen antecedentes de infecciones similares en nuestro país. El bacilo Vibrio vulnificus, conocido popularmente como “la bacteria come carne”, dejó al menos siete muertes confirmadas hasta septiembre de 2023. Es relevante recalcar que la supervivencia de la bacteria se relaciona con dos condiciones: un clima tropical y un cuerpo de agua en donde se mezclen las corrientes dulces con las saladas.

Los epidemiólogos consideran que la situación no es caótica ni alarmante, pues mantienen controlada la situación; no obstante, es importante mantener un seguimiento de los casos y sus secuelas para determinar la gravedad del asunto y si mantendrá el constante aumento de incidencias.

Con información de José Enrique Avilés Laines.

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