Irán ha anunciado que tomará una “respuesta definitiva y dolorosa” en represalia a los ataques israelíes, escalando aún más la tensión en Oriente Medio. Tras el lanzamiento de casi 200 misiles iraníes hacia territorio israelí a inicios de octubre, las Fuerzas de Defensa de Israel respondieron con una serie de ataques aéreos sobre Teherán y otras áreas estratégicas de Irán. Estos bombardeos, según fuentes israelíes, lograron impactar infraestructuras de defensa y producción de misiles en Irán, debilitando su capacidad defensiva.
Desde Teherán, el portavoz de la Guardia Revolucionaria, respaldado por el presidente iraní, Masud Pezeshkian, advirtió que cualquier represalia por parte de Israel o sus aliados, incluyendo a Estados Unidos, resultará en “una respuesta aún más devastadora”. Asimismo, líderes de facciones proiraníes en Irak también se han unido a esta advertencia, declarando que atacarían objetivos estadounidenses en la región si Irán es afectado.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el ataque de Irán como un “grave error”, asegurando que Teherán “pagará” por esta agresión. Asimismo, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, reiteró que cualquier agresión hacia Israel recibiría una “respuesta dolorosa”, subrayando la postura defensiva de su nación en el conflicto.
El aumento de la violencia ha generado preocupación a nivel internacional, especialmente por las posibles implicaciones para la seguridad regional. El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su apoyo total a Israel, comprometiéndose a asistir en su defensa, y la ONU, a través de su secretario general, António Guterres, pidió urgentemente un alto al fuego, lamentando la “escalada tras escalada” en el conflicto.
