El secretario general de la OEA, Luis Almagro, llamó este jueves a los países miembros a ayudar a Venezuela a “volver” a la democracia y apoyar la realización de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
En una sesión extraordinaria del Consejo Permanente sobre la crisis política y económica en Venezuela, Almagro dijo que el país suramericano atraviesa “una grave alteración del orden constitucional” y democrático.
Pero las casi cuatro horas de debates concluyeron sin una decisión sobre la aplicación al país suramericano de la Carta Democrática, un documento que faculta a la OEA a tomar medidas en casos de alteración del orden institucional en un país miembro.
Almagro señaló que el objetivo de la sesión “no es castigar ni sancionar a Venezuela”.
“Estamos aquí para apoyar a un Estado miembro y ayudarlo a volver al camino de la democracia”, apuntó.
En medio de una grave situación económica -el país registra la inflación más alta del mundo y en sus estantes escasean alimentos y medicinas- Almagro advirtió que esa “crisis está alcanzando un punto crucial”.
– “Un pueblo que necesita voz” –
La oposición venezolana recoge firmas para impulsar la realización este año de un referendo revocatorio contra Maduro.
“El Consejo Permanente debe mantenerse del lado correcto de la historia y defender a un pueblo que necesita voz”, dijo Almagro ante el pleno de embajadores de los 34 países de la OEA, en Washington.
Los países deben “apoyar la voluntad del pueblo venezolano en su solicitud de un referendo revocatorio”, añadió.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, había intentado sin éxito cancelar la reunión, denunciando un “golpe de Estado en esta organización” y tachando a Almagro de ser “parte y juez” de un proceso contra el gobierno de Maduro.
“Se pretende juzgar a un Estado miembro” de la OEA, afirmó la diplomática.
Pero una veintena de países, entre ellos Argentina, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Panamá, Paraguay, entre otros, votaron a favor de escuchar el informe de Almagro. Venezuela y sus aliados Bolivia y Nicaragua, lideraron a los doce países que se opusieron. Otros dos se abstuvieron.
“Hemos sentado un precedente terrible”, dijo la canciller Rodríguez.
De hecho, Venezuela, Bolivia y Nicaragua pidieron a Almagro su renuncia.
“La solicitud, que con total seriedad se hace para que renuncie, sabemos que no va a atenderla, no tiene principios morales ni éticos”, dijo la canciller venezolana.
Esta sesión es la segunda en la OEA esta semana sobre la situación venezolana, luego que el martes el ex presidente de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero tomó la palabra para llamar a los países del continente a apoyar una mediación entre gobierno y oposición en Venezuela.
Esa iniciativa es impulsada por Rodríguez Zapatero junto con los exgobernantes de República Dominicana, Leonel Fernández, y Panamá, Martín Torrijos.
Pero la aplicación de la Carta Democrática es apoyada por la oposición venezolana, que desestima la mediación de los expresidentes.
Una comisión del Parlamento venezolano, encabezada por su presidente, el antichavista Henry Ramos Allup, viajó a Washington para asistir a la sesión y presionar por la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela.
Almagro había recomendado en su informe la intervención de Allup en la sesión, pero la presentación del diputado venezolano nunca fue planteada en el debate y no habló ante el Consejo.