Miguel Ángel Yunes Márquez, senador del Partido Acción Nacional (PAN), se encuentra en el centro de una polémica política que ha encendido las alarmas dentro del Poder Judicial y en la bancada panista del Senado. La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED) ha lanzado un contundente llamado público para que Yunes esclarezca si se ha alineado con el bloque de Morena y sus aliados, en el contexto de la inminente votación sobre la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta reforma, de ser aprobada, modificaría de manera significativa la estructura del Poder Judicial, un órgano que los críticos consideran esencial para mantener los contrapesos democráticos en México. La propuesta ha sido ampliamente rechazada por sectores de la oposición y figuras del ámbito judicial, quienes advierten que podría derivar en la subordinación del Poder Judicial al Ejecutivo, debilitando la división de poderes y, eventualmente, llevando al país hacia un régimen autoritario.
El llamado de los magistrados se produjo después de que Yunes no se presentó a una reunión clave de la bancada del PAN en el Senado, previa al debate y votación de la reforma judicial. Esta ausencia ha provocado una serie de rumores y especulaciones sobre un posible acercamiento entre el legislador y el bloque oficialista de Morena, lo que ha generado preocupación entre los opositores de la reforma, ya que Morena necesita únicamente un voto adicional en el Senado para alcanzar la mayoría calificada y aprobar la reforma.
La JUFED, que representa a más de 55 mil integrantes del Poder Judicial, pidió directamente a Yunes que se pronuncie públicamente sobre su postura en torno a la reforma judicial, destacando que el silencio en estos momentos cruciales podría interpretarse como una señal de alineación con las fuerzas que buscan debilitar al Poder Judicial. “Son momentos de demócratas, de defender la continuidad de nuestra democracia e impedir la instauración de un régimen que atente contra los derechos humanos y las libertades”, afirmó la Asociación en un comunicado. Además, advirtieron que de consumarse la reforma con el voto de Yunes, él podría ser recordado como el artífice de uno de los periodos más oscuros para la democracia mexicana.
Hasta el momento, Yunes no ha ofrecido ninguna declaración pública al respecto, lo que ha incrementado la tensión política y las críticas tanto dentro de su partido como desde la sociedad civil. Su silencio también ha despertado inquietudes en sectores judiciales, que ven en la posible aprobación de la reforma una amenaza a la independencia del Poder Judicial. De concretarse la iniciativa, se podría instaurar un sistema donde los jueces y magistrados sean elegidos por voto popular, lo cual, según sus detractores, abriría la puerta a la politización de la justicia y al control directo del Poder Judicial por parte del gobierno en turno.
La ausencia de Yunes en este crucial debate y la falta de claridad sobre su postura generan una gran incertidumbre en un momento en el que México se encuentra ante un punto de inflexión respecto a la estructura de su sistema judicial. A medida que se acerca la votación en el Senado, crece la presión sobre el legislador para que defina su postura y haga frente a los rumores que lo vinculan con Morena, ya que su decisión no solo afectará el futuro del Poder Judicial, sino también el equilibrio de fuerzas políticas en el país.
Por ahora, queda en el aire la pregunta sobre si Yunes optará por mantenerse fiel a la postura de su partido o si su voto se inclinará a favor de la reforma judicial, desafiando a sus compañeros de bancada y generando una ruptura dentro del PAN. Lo que está en juego no es solo la reforma en sí misma, sino la estabilidad del sistema democrático mexicano y la independencia del Poder Judicial, pilares fundamentales que podrían verse seriamente comprometidos.