La Revista

Juntos hagamos ciudadanía

Jordy R. Abraham Martínez
Jordy R. Abraham Martínez
Sígueme en redes sociales:

Sobran los motivos, por Jordy R. Abraham Martínez.

Toda
convivencia social resulta compleja y genera retos propios de la interacción
entre distintos individuos con autonomía en el pensar y en el actuar. Damos por
sentado que existen normas precisamente para regular la conducta humana con la
finalidad de evitar el caos y  de
procurar un ambiente de paz general. Ahora bien, estas reglas suponen un deber
ser, que no siempre es cumplido, por lo que existen sanciones para quienes
alteran el orden social. Esta ha sido la constante problemática común en la
práctica tanto del Derecho como de la sociología.

Ahora
bien, podemos ubicar a las leyes morales como un agente que influye en el
comportamiento de las personas. Si bien se trata de normas intrínsecas, son de
igual forma efectivas para crear una convicción en el ser humano que las
detenta y que le motivan a hacer o no hacer, con arreglo al criterio propio. En
este sentido, más allá de creencias religiosas o de postulados ideológicos, la
noción de los valores cívicos debe ser inherente a todo miembro de una
sociedad. Se trata de principios imprescriptibles que aseguran una sana
convivencia, razón por la cual deben ser cultivados en cualquier entorno.

La
formación del civismo nos vuelve conscientes sobre nuestro importante rol como
integrantes de un tejido social. Una vez que se adquiere esta sensibilidad, nos
es posible desarrollar virtudes como el respeto, la empatía y la solidaridad. A
su vez, la ética ciudadana combate males tan lesivos como lo son la discriminación,
la indiferencia o la violencia.

Así,
el egoísmo es antagónico al sentido cívico. El sentirse identificado como parte
fundamental de una comunidad, nos torna actores positivos del medio que nos
rodea, además de incentivar la participación social, la inclusión, así como la
tolerancia. Crear ciudadanía es promover que todas las mujeres y los hombres se
involucren de forma propositiva en la agende social, para plantear soluciones a
las asignaturas pendientes por resolver.

Solo
a través de una cultura de auténtico civismo, seremos capaces de lograr
establecer una conciencia colectiva. Este concepto se refiere a una sinergia de
trabajo entre la totalidad de quienes conforman la sociedad, compartiendo una
visión de progreso y desarrollo sostenido. En la unidad radica la fortaleza de
un grupo. Para ser fructuosa, esta dinámica necesariamente debe sumar a los
tres grandes ejes comunitarios: la ciudadanía, la iniciativa privada y el
aparato gubernamental.

Aprender
a ser buenos ciudadanos es una labor que se construye diariamente. Es menester
asumir tal compromiso y ser un ente de acción regido por la ética. El proceso
no es sencillo pero vale la pena comenzar a edificar bases que impriman
esperanza al porvenir. La voluntad todo lo puede.

Jordy R. Abraham Martínez
Jordy R. Abraham Martínez
Sígueme en redes sociales:

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último