Después de más de una década al mando de Loewe, Jonathan Anderson se despide de la firma española con una colección que encapsula su legado y visión vanguardista. Desde su llegada en 2013, Anderson transformó Loewe en una de las casas más influyentes del lujo, fusionando artesanía con experimentación conceptual. Su última colección para la marca, presentada en la pasarela Fall/Winter 2025, no solo marca el fin de una era, sino que también deja un listón alto para el futuro de la firma.
Una despedida que rinde homenaje a la esencia Loewe
La pasarela FW25 de Loewe se sintió como una carta de amor a todo lo que Anderson construyó en la firma. Desde los primeros looks, fue evidente que el diseñador quería cerrar su ciclo con una colección cargada de referencias a su propio legado: cortes asimétricos, reinterpretaciones del cuero en su máxima expresión y una mezcla de tradición y modernidad en cada prenda.
Los abrigos escultóricos en cuero y lana, las camisas con volúmenes inesperados y los vestidos drapeados en tejidos fluidos marcaron el tono de la colección. A nivel estético, la paleta de colores osciló entre tonos neutros sofisticados y acentos vibrantes que recordaban algunas de sus primeras colecciones para Loewe.
El diseñador también rindió homenaje a la artesanía española, integrando técnicas tradicionales de tejido y bordado en piezas contemporáneas. Los detalles en cerámica, cuero entrelazado y aplicaciones metálicas fueron clave para definir la propuesta.
Accesorios icónicos y un guiño a su legado
Si hay algo que Anderson transformó en Loewe, fueron sus accesorios. Y en esta última colección, los bolsos icónicos de la casa tuvieron su momento de protagonismo: reinterpretaciones del Puzzle Bag, Amazona y Flamenco en nuevas texturas y colores, así como una versión más minimalista del icónico bolso Elephant.
Las botas de caña alta con detalles estructurados y los guantes de cuero extralargos complementaron los looks, mientras que las gafas de sol oversized y las joyas de inspiración surrealista reafirmaron el ADN experimental que Anderson siempre imprimió en la marca.
Una pasarela con nostalgia y teatralidad
La escenografía de la pasarela estuvo cargada de simbolismo. Con un escenario minimalista de luces cálidas y estructuras geométricas, Loewe FW25 se presentó en un ambiente íntimo, casi cinematográfico. La música evocaba un tono de despedida, una sensación de cierre que se hizo aún más evidente cuando Jonathan Anderson apareció al final del desfile, recibiendo una ovación de pie por parte de la industria y sus más fieles seguidores.
