Manifestantes incendiaron un cuartel policial en Kenia el miércoles, mientras miles protestaban por asesinatos extrajudiciales atribuidos a la policía, días después del hallazgo de los cadáveres de un abogado defensor de derechos humanos, su cliente y otro hombre en un río, y la consiguiente detención de varios agentes.
La furia por los asesinatos está al borde de estallar en el país del oriente africano donde los grupos de derechos humanos dicen que los asesinatos por la policía son frecuentes.
Cientos de abogados de la Sociedad de Derecho de Kenia marcharon a la sede policial en Nairobi para exigir medidas. Los abogados realizan medidas de fuerza durante toda la semana y la sociedad exige medidas para garantizar que la policía no interfiera en las investigaciones de los asesinatos.
El abogado de derechos humanos Willie Kimani, su cliente Josephat Mwenda y el conductor de taxi Joseph Muiruri desaparecieron el 23 de junio. Sus cuerpos fueron extraídos de un río el viernes.
Los hombres fueron torturados, de acuerdo con un informe de autopsia presentado a la corte. Mwenda mostraba los testículos aplastados y fractura de cráneo, dijo el patólogo Andrew Gachii. Los otros cuerpos tenían marcas de golpes.
A pesar de recibir amenazas, Mwenda había presentado demandas contra un agente de policía de Syokimau que lo había herido de bala sin mediar provocación en 2015.
Cuatro agentes están presos por los asesinatos. Testigos dicen que las tres víctimas fueron detenidas en esa sede policial tras ser secuestradas.
El inspector general de la policía, Joseph Boinnet, condenó el incendio y a la vez prometió que los responsables de los asesinatos serán castigados.
Kenia investiga a cientos de miles de agentes policiales para tratar de mejorar la imagen de una fuerza acusada de abusos. El grupo de derechos humanos Unidad Independiente Médico-Legal cuenta 520 homicidios extrajudiciales desde 2013.