Xocchel, Yucatán; 14 de diciembre de 2017 (ACOM).- Encontramos a Celsa Iuit Moo en su taller de Xocchel, municipio de 3 mil personas ubicado justo en la zona centro de Yucatán. Es una casa cuya fachada anuncia a todos los turistas y visitantes que pasan por el lugar el máximo logro que ha conseguido esta artesana maya de 77 años: el premio Nacional de Ciencias y Artes 2009, el primero en la historia para una yucateca.
Dedicada desde los once años al trabajo del tejido de sosquil, como se le conoce en maya a las fibras, Celsa Iuit ha trascendido las fronteras de su municipio, estado e inclusive de su país, hasta el punto de ser invitada a cenar en la Casa Blanca, donde platicó frente a frente con el entonces presidente estadounidense Barack Obama durante una visita a Washington DC en el marco del Festival Smithsoniano de las Artesanías.
“Cuando llegamos me preguntó que cómo había estado mi viaje y cómo aprendí a elaborar mis artesanías”, recuerda con emoción.
Fundadora en 1994 de la sociedad “Mujeres de Xocchel”, que agrupa a varias familias del municipio (hombres, mujeres y niños) para cuidar la calidad de los recursos y la elaboración de artesanías, Iuit Moo ha viajado a varias ciudades de México, como Tlaxcala, Acapulco, Guerrero y San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para mostrar sus productos, fabricados con insumos que en el pasado eran considerados “desperdicios”.
La septuagenaria artesana también ha sido invitada a sitios tan lejanos como Dinamarca y Atlanta, en Estados Unidos, con el objetivo de enseñar a los locales el arte que crea a base de cientos y cientos de rollos de sosquil, como bolsas, tortilleros, monederos, y pájaros de colores.
Pero Celsa no trabaja sola. Ha enseñado a toda su familia, compuesta aproximadamente por 50 personas, entre hijos, hijas, sobrinas y nietos, a elaborar toda la gama de productos solicitados principalmente por personas de Mérida, Cancún y Playa del Carmen, quienes le compran paneras, dulceros, prendedores y otras artesanías por mayoreo.
Sentada a las puertas de su taller, donde los premios, reconocimientos y fotos con el expresidente Felipe Calderón y la ex primera dama de Estados Unidos, Hillary Clinton, tapizan las paredes, doña Celsa afirma que la escasez de henequén no le afecta, ya que sus hijos salen en busca del llamado “oro” verde a comunidades próximas a Xocchel, como Holactún y Tahmek.
“Ahorita no tenemos material, pero como los señores ya me conocen, me avisan cuando hay henequén bueno”, cuenta.
Aunque su labor le ha permitido conocer otras culturas y viajar mucho más que cualquier habitante promedio de Xocchel y de Yucatán, Celsa no ha perdido su humildad y sencillez.
“Con la misma necesidad me voy y con la misma necesidad vuelvo. No debo creerme más que los demás. Con todo mundo me debo llevar”.
“Todo esto no solo lo hago para mi, también es para las demás personas, para que vivan bien y les vaya bien”, dice, antes de despedirse de nosotros.