Especial / La Revista
Llenaríamos
páginas y páginas de esta edición si nos ponemos a
consignar las trampuchetas que todos vimos en el pasado proceso interno de
Morena. No daría el espacio si nos referimos a todo lo malo que ocurrió, así
que eso lo dejamos a la televisión y a las redes sociales que han consignado,
con lujo de detalle, el desaseo electoral de la jornada morenista. Mejor
hablemos de lo bueno que pudo haber dejado y esto es que solo 20 mil personas
habrían acudido a sufragar a las dos casillas meridanas y en las 6 del interior
del estado… eso es una buena noticia… porque eso significa que no se gastó tanto
dinero de los impuestos en la movilización territorial.
La otra parte “buena” de la jornada morenista yucateca
es que las acusaciones previas que hicieron contra el proceso interno varios de
los “apestados” que ya no quieren los de la directiva nacional de Morena, no
fueron suficientes para invalidar sus elecciones locales. Esos hermanos
separados los llamaron “focas aplaudidoras”, los llamaron “vende patrias”,
“oportunistas”, pero los adjetivos no pudieron vencer la operación mapache y
eso fue una buena lección para esos “ciudadanos de tiempo completo” que
ferozmente atacaron a la dirigencia
organizadora de los comicios. Suponemos que ahora en congruencia, esos
“angelitos” van a renunciar enseguida a Morena Yucatán después de ver todo el
cochinero… a menos que sigan aspirando a un hueso… y eso los haga callarse el
hocico.
Quién
lo iba a decir, Rolo Zapata que tantos problemas le causó a Alito Moreno
cuando era gobernador de Campeche y este a su vez se vengó de él panfleteándolo
en su propia tierra con temas de inseguridad, es ahora uno de sus principales
aliados en el CEN tricolor.
Ahora resulta que la suerte del presidente priísta
pende del hilo que jala y controla Zapata Bello allá en la capital del país.
Por cierto, el ex gobernador yucateco no la tiene nada fácil en esa encomienda
que le dieron en la directiva nacional de su (todavía) partido, puesto que las
elecciones del Estado de México son prácticamente su responsabilidad. Si Rolo
pierde las votaciones en ese bastión priísta, que se vaya despidiendo de lo que
sigue…
Por
cierto, nada de que Huacho, Rogerio o Verónica ganaron las pasadas elecciones
interna, el verdadero ganador se llama Rolando y se apellida
Zapata. Una vez más salió avante el ex gobernador, porque muchos delegados que
surgieron de sus filas salieron electos conforme lo planeado. ¡Felicidades
PRiMor!
Ah también hay que decir que parte de la operación
zapatista no era propiamente a favor de la gente que mandó el ex mandatario
estatal, sino operando en contra de tal o cual personaje.
Lo cierto es que Alejandrina León ya casi tiene listo
el discurso de toma de posesión como sustituta de Mario Mex en la dirigencia
morenista… a menos que desde México alguien opere para que eso no suceda. Falta
poco para verlo.
Y
ya que hablamos del dirigente fundador de Morena Yucatán,
hay que reconocer que su lejanía con quienes mueven los hilos de ese movimiento
desde el tricolor, le permitió poder opinar libremente antes, durante y después
del proceso interno, al que descalificó tremendamente por el acarreo, al grado
de sugerir que sea impugnado en su totalidad para que se realice de nuevo pero
con aseo y pulcritud.
Miren lo que son las cosas, es casi seguro que don
Mario Mex dejará el cargo con la frente en alto al deslindarse por completo del
desastre electoral que todos vieron en Yucatán. Quedó claro que el líder
saliente no tuvo nada que ver con su organización y mucho menos se quedó
callado a la hora de advertir los tejemanejes que planeaban cometer los
“chapulines” que ya andan adueñados de los cargos y las posiciones. Se va cómo
llegó, sin nada.
Ya
entrados en gastos, ¿Qué dirá don Chucho Solís Alpuche —pilar del socialismo—
del robo de urnas, boletas quemadas, trompadas y acarreos que se vieron en las
elecciones de su adorado movimiento morenista en varios estados del país? Lo
preguntamos porque pese a ser un activista en pro de la democracia, fundador de
movimientos anti mapaches y critico férreo de la “oligarquía”, del imperialismo
yanqui, enemigo de la explotación laboral (BLA BLA BLA y más BLA BLA BLA) , ha
estado muy callado en eso de valorar la viga enorme que tiene frente a sus
ojos.
Debe ser triste militar toda una vida en la izquierda
y ver que “los neoliberales, corruptos y poderosos de los prianistas”, hoy se
adueñaron de Morena… un movimiento del que él no se deslinda. ¿Será que sea un
Marxista-Leninista pragmático?
Los
expertos en estos asuntos nos avisan que no hay forma de saber
si se afiliaron y fueron a votar 2 millones y medio como dice la dirigencia
nacional del partido color guinda. Y nos confirman que por eso precisamente no
llamaron al INE como árbitro porque entonces la cifra real de votantes estaría
auditada.
Solo falta que lleven esa lista de inscritos al INE
para que se sepa si —en sus prisas— no afiliaron a gente de otros partidos, o
si ya son miembros de Morena algunos difuntos. En poco tiempo se sabrá.
Para
nadie es un secreto que tras el descalabro mediático
que sufrió el partido del presidente en sus comicios internos, en el cuarto de
crisis que labora “30 horas del día y 500 días del año”, alguien dio la orden
urgente de voltear los reflectores hacia la figura de Enrique Peña Nieto para
distraer la atención de la sociedad y dejen de ver los vídeos de militantes
morenistas quemando boletas, lanzando urnas… y repartiendo trompadas y patadas
en el suelo, además de batazos, como aquel que dejó gravemente herido a Timoteo
Canché… allá en Tetiz.
Falta que sea cierto que Peña tiene una batería de
vídeos para defenderse de estas acusaciones de última hora, o si el asunto en realidad
es un ajuste de cuentas por insistir en no entregarle EdoMex al peje. De ser
esto último el móvil real, la pelea será a muerte.
El
gobernador Mauricio Vila anda desatado en sus actividades:
alejado de toda grilla anti Morena, no cesa en sus promociones del estado para
abrir más empleos, ni tampoco en las puestas en funcionamiento de planes y
programas, en especial los dedicados a la movilidad, nueva palabreja que está
afectando seriamente a la vialidad y enojando a los conductores de vehículos de
cuatro ruedas.
Y quizá por esa agenda que lleva tan apurada, fue que
se le vio rondando como si nada en el malecón de Progreso con unas sayonaras,
llevando de la mano a su esposa María Eugenia Ortiz, justo en el día del
cumpleaños de ésta, el domingo 31 de julio.
Según se aprecia en un vídeo, ambos caminan por el 20
veces remodelado malecón del puerto sin guaruras y sin que nadie lo
identifique, quizá por vestir sólo chanclas, bermudas y una camisa. De tan
relajado que se le vio que no parece que quiera ser el relevo de Marko Cortés
en la dirigencia nacional del PAN. Ah por cierto, dicen los que saben que si
aspira a esa presidencia mínimo tiene el pequeño problema de impedir que su
amigo el presidente López Obrador le gane las elecciones de Yucatán. Claro, para
eso tendría que irse antes de que termine el sexenio.
Esos que comentan que en todos los partidos se dan
estos pleitos internos, tienen parte de razón pero hay que aclarar que hace 15
ó 20 años no se dan así de duro los opositores al peje. De hecho no necesitan
ya armar esos circos y los tienen ya muy bien ensayados y controlados. Y no es
que no se atrevan a hacerlos, ya no les hace falta. En cambio Morena acaba de
llegar a esta jungla llamada política.
