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*Dicen que dicen*

DIJO el orador y filósofo romano Marco Tulio Cicerón que, “todas las cosas fingidas caen como flores secas; no hay falsedad que tenga larga vida”. 

Ninguna otra frase puede describir mejor la vida de Rafael Alejandro Echazarreta Torres, diputado local del congreso yucateco, primero por Morena, luego por el nuevo chiquipartido tricolor, el PRI. 

Veamos. Este elocuente personaje aparece en la escena pública auto definiéndose como político, empresario, académico y, mire nada más respetable lector, como un filántropo. Ni Walt Disney se atrevió a tanto. 

La modestia no es algo que le caracterice. Echazarreta Torres renuncia a Morena el 13 de febrero de este año y anuncia, con bombo y platillo, su adhesión a la fracción parlamentaria del PRI en el congreso del estado. 

Pese a haber llegado a diputado por la vía plurinominal y, aunque lo niegue, por la recomendación directa de Joaquín Díaz Mena; no le bastó para “denunciar” al entonces Delegado de los Programas del Bienestar de haberlo “difamado” durante el proceso interno para seleccionar al candidato del partido guinda, a contender por la alcaldía meridana. 

En el sitio web personal – y de la fundación que aparenta dirigir- aún se encuentran fotografías del mitómano Echazarreta con Mario Delgado, líder nacional de Morena. 

Una de las constantes mentiras del citado, es que “cuenta con pasado castrense”, la pregunta es, ¿de dónde? ¿de quién? ¿cómo y cuándo? 

Firma todos sus documentos como “Doctor”, ¿doctor en qué? De acuerdo al Registro Nacional de Profesionistas, el auto nombrado doctor, sólo cuenta con la Licenciatura en Administración Pública y Ciencias Políticas por el Instituto Universitario Tecnológico de los Trabajadores, con cédula 11403388. 

Dicha institución académica tiene su sede en Monterrey, y recibe a sus estudiantes sin examen de admisión pues sólo cuenta con 278 alumnos en todo su campus. 

Luego entonces, no existen ni los títulos y mucho menos las cédulas respectivas a los posgrados que Echazarreta presume (y presumió) los tres años que se desempeñó como legislador local, sin pena ni gloria, pese a sus extensas exposiciones de Perogrullo. 

Pero esto no es todo, estimables lectores, resulta que Echazarreta Torres, nunca hizo públicos sus ingresos como diputado local, ni puso a disposición el documento correspondiente a su currículo.

Sin embargo, logramos obtener una Declaración Patrimonial de junio de 2023, publicada por la Secretaría de la Función Pública, en la que aparece Rafael Alejandro Echazarreta Torres como Jefe del Departamento en calidad de “ayudante de ingeniero”, dentro de la paraestatal de Petróleos Mexicanos (PEMEX), ostentando dicho cargo y percepciones ¡mientras también era diputado local! 

Y, para que no quepa la menor de las dudas, dicho documento reitera que Echazarreta Torres estudió en el Instituto mencionado en párrafos anteriores. 

Los desfiguros del supuesto “filántropo” continúan. En el único documento accesible dentro de la Plataforma Nacional de Transparencia, el cínico tiene el descaro de admitir como experiencia laboral previa al ejercicio de la diputación, su paso por PEMEX, señalando que estuvo en la Gerencia de Logística Regional Golfo, Terminal de Almacenamiento y Despacho “A”, Mérida, Yucatán. 

Lo que no dice dicha declaración es que, ostentó ambos cargos al mismo tiempo, siendo que fue electo diputado local en el año 2021 y eso querido lector, es presuntamente ilegal.

Por si fuera poco, agrega como experiencia laboral, ser empresario de “accesorios y manufactura”, sin especificar la razón social que ostentaba ni el nombre de la empresa para la que laboró. 

En ese mismo documento, él mismo señala como domicilio particular un predio ubicado en Periférico Poniente, colonia Juan Pablo II, “Alborada”, ¿por qué no pone en ningún documento la supuesta sede de la Fundación que lleva su apellido, ubicada en la calle 60, número 281 de la colonia Alcalá Martín? 

Por la simple y sencilla razón de que el predio no es de él, sino que paga una renta al verdadero propietario quien, para efectos de lo jurídicamente válido según el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, es un individuo de nombre Oscar Manuel González Sánchez. 

Este nombre de Oscar Manuel González Sánchez, figura como beneficiario del pago de la renta del edificio INAIP, número 185, en el que se ubican las oficinas del Instituto Estatal de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de Yucatán. Dicho documento se identifica con el folio 124 y está firmado por los comisionados María Gilda Segovia Cab y Carlos Fernando Pavón Durán. 

Ante tanta mentira, es necesario culminar diciendo que, el rumor de que Rafael Echazarreta Torres, presuntamente se dedica a la venta vulgar de facturas y que usa la Fundación y toda la parafernalia que le rodea como una cortina de humo para escapar del lugar que presuntamente le correspondería: la cárcel por defraudación fiscal.

***

LA SENADORA Verónica Camino ha estado dedicada  en diversos círculos de Morena, a criticar a posibles funcionarios del próximo gobierno estatal. Según se informa, ha asistido a reuniones con diferentes grupos, incluso en eventos masivos de Morena, donde ha hablado negativamente de ciertos individuos, especialmente de exfuncionarios que colaboraron con ella durante el gobierno de Rolando Zapata Bello, específicamente contra Mauricio Sahui, Pablo Gamboa Miner, Pablo Castro, Luis Borjas y Panchito Torres. Aunque no se conocen las razones exactas detrás de esta estrategia, es sabido que tiene a cinco personas en particular bajo su escrutinio. No se descarta que estas acciones estén relacionadas con sus posibles aspiraciones a competir por la gubernatura en 2030.

***

Residentes de los departamentos “Enzo”, ubicados en San Antonio Cucul, han expresado fuertes quejas debido a las constantes molestias causadas por música a alto volumen, insultos, y la entrada y salida de mujeres durante la madrugada, los siete días de la semana, en el Penthouse del edificio. Se ha identificado al dueño del Penthouse como Jorge Carlos Ramírez Granados, quien, en medio de esos fiestones, presume en voz alta que su padre, el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, ya tiene aseguradas importantes delegaciones federales. Un residente nos comentó que varios vecinos se han unido para redactar una carta dirigida a la administración de los departamentos, solicitando que tomen medidas urgentes, ya que la situación se ha vuelto insostenible.

*Los comentarios aquí vertidos son solamente trascendidos… aún sin ratificar… Dicen que dicen.

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