Especial / La Revista
Quizá
para cuando esté usted leyendo esta columna, la concentración
del domingo 26 de febrero en favor de la democracia y en defensa del INE (al
cual busca destruir amlo porque ya no le conviene respetar tantas reglas) haya
ocurrido, esperando que el éxito fuera el común denominador —en todo el país—
de dicha reunión.
A los que luchamos toda una vida (por 30 ó 40 años)
para darnos elecciones limpias y sobretodo creíbles, incluido el propio
presidente, nos interesa mucho defender a este organismo porque mediante él,
hemos tenido alternancia, paz y hasta identidad, porque gracias a su credencial
millones de personas se pueden identificar ante cualquier dependencia, institución
o empresa.
El caso es que en estos años, el INE se formó con una
gran cantidad de reglas y candados que hoy no le agradan al peje a pesar de que
él fue impulsor de esos preceptos que evitan abusos de poder de los partidos y
de sus candidatos.
Hoy que es gobierno, amlo se siente inseguro de
ejercer su enorme poder a sus anchas, y teme que sus intenciones de hacer y
deshacer en las próximas elecciones, encuentren al INE como limitante. Por eso
quiere desaparecerlo y está a punto de lograrlo.
Ojalá
la Suprema Corte pueda evitar este desastre para la vida mexicana.
Dejar que López se salga con la suya va más allá de las creencias y de la Fe
ciega que le tienen sus simpatizantes. También a ellos les afectará este grave
retroceso.
Desde
esta columna no nos vamos a callar: solo un día se subió a
un camión, solo un día se dio baño de pueblo, solo un día se placeó entre la
gente. Don Renán Barrera se vio muy tímido en eso de aprovechar el foro natural
que era la fiesta del Carnaval.
Debió estar ahí en los torniquetes de la entrada de
Xmatkuil saludando por horas a la gente cuando entrara; posar con ellos mil
fotografías y hasta aprovechar a comerse unas botanas. Mal por el alcalde que
dejó pasar la afluencia de miles de meridanos a Plaza Carnaval. No solo durante
unos cuantos minutos, a la hora del paseo.
Increíble
que las marcas más importantes estuvieran ausentes del festejo en Xmatkuil
y más lamentable que nadie haya visto anticipadamente que eso no ocurriera. Mal
por esos que rodean al edil y que no reaccionan antes políticamente, sino hasta
que le estallan las cosas.
No
se merece don Renán que Collado deje los parques llenos de basura embolsada por
semanas, en las colonias panistas, ni en ninguna. Tampoco
esos del Carnaval deben creerse que lo hicieron “muy bien”. El
trabajo de don Renán amerita más esfuerzo. Ojalá no lo dejen solo.
Claro, se entiende que ir a Progreso gratis, con todo
pagado… y hasta con enormes ganancias, es mucho más atractivo que ir al
“carnaval del monte”, a pagar por metro cuadrado.
Las
consecuencias de esos excesos y del abaratamiento del puerto quedaron a la
vista. Falta saber si el balance fue positivo o negativo
para el alcalde porque para los vecinos si fue un dolor de cabeza por los robos
y violencia y peor para quienes sufrieron a los borrachos que les orinaban sus
casas. Del trágico accidente de un niño, solo comentamos que pudo haber
ocurrido con o sin carnaval pero que el edil vea que las consecuencias del
exceso derivan hasta en la muerte.
Doña
Layda y sus excesos multando y sancionando a los que se burlaron de ella en el
Carnaval. Bien merecido para los que votaron por Morena. No se
diga más. Ahora háganse de cargo de sus decisiones.
Doña
Ivonne Ortega grabó un vídeo que pretendía explicar
aquel tema de las personas decapitadas durante su gobierno. El saldo de ese
vídeo es que no se entendió por qué lo grabó.
En
el gobierno del Estado de Yucatán hacen malabares para intentar mantener
“buenas relaciones” con la prensa pero el presidente López
Obrador está buscando exactamente lo contrario: que se enemisten los medios con
los titulares del Ejecutivo de cada estado. Por eso les impuso una ley general
de comunicación social. ¿Quién ganará? Sencillo: el que no se deje aplastar por
el peje.
Nos
avisan que Panchito Torres está con un pie en el Verde y el otro en Morena,
pero lo que a él le importa es tener las dos manos fuera del PRI. Don Rolando
quiere la plaza para su amigo de Izamal, y este hará lo que le ordene el ex
gobernador. Vienen muchos cambios para los que buscan estar con Dios y con el
Diablo…
Tremendo
lío están haciendo en Sitilpech unos activistas del partido del presidente
igual que lo hacen en Altabrisa contra la construcción de un parque. Lo que no
encaja es por qué estas cosas suceden y las autoridades siguen fingiendo buenas
relaciones con los morenistas. Si el peje es enemigo de Yucatán alguien debería
denunciarlo.
