Por: Jacob Rodríguez Calderón.
La caravana migrante se ha convertido en un fenómeno que ha saltado a la atención mundial, tanto por el entorno mediático de los tweets de Trump, así como las imágenes que se han visto a través de los diferentes medios de comunicación. Y es que la pregunta obligada que tenemos que hacernos como mexicanos sería ¿Cuál es nuestro papel ante este suceso?
En días pasados el secretario Mike Pompeo se reunió con el canciller Videgaray para tratar el tema de la caravana migrante, ante los medios el canciller expresó que el gobierno mexicano se enfocaría en el tema de la caravana de la siguiente forma:
“El respeto a los derechos humanos, a la dignidad de las personas y la protección a este grupo migrante, particularmente a los más vulnerables como son las niñas y los niños, los adultos mayores, las mujeres embarazadas que son parte de esta caravana, por supuesto México, habrá como un país donde prevalece el estado de derecho, habrá de aplicar la ley, pero lo haremos siempre de una forma humanitaria pensando en el interés de la persona, el migrante en primer lugar”
Cabe recalcar dos aspectos de esta intervención, el primero el llamado al respeto a la dignidad y a la protección del grupo migrante. Al momento en el que la caravana migrante cruzó la frontera con México y Guatemala, se vio afectado este respeto, fue en forma desordenada, en tumultos de gente con imágenes realmente lamentables, ante esto vale la pena dejar las siguientes preguntas abiertas ¿No estaban preparados logísticamente para atender al número de migrantes que cruzarían con la caravana? ¿No sabían en qué momento llegarían? ¿Qué intención tenía el gobierno mexicano para con la caravana?
El segundo aspecto, es el llamado estado de derecho, parte de los hondureños que están en la caravana no cuentan con los papeles y tampoco tienen la intención de quedarse en México, ellos quieren llegar a los EUA. Al pasar sin papeles violentan el estado de derecho, que es precisamente el reclamo moral que tenemos con los EUA, nosotros le reclamamos a los norteamericanos que nuestros migrantes indocumentados no son criminales. También haría falta señalar que estos migrantes centroamericanos no son criminales, para lo que dejo abierta las siguiente pregunta ¿Con qué calidad moral defendemos ahora a los migrantes indocumentados mexicanos en EUA?
Lo que es cierto estimado lector, es que hemos perdido nuestra calidad moral para defender a nuestros migrantes mexicanos en EUA, esto con la triste demostración de la incapacidad logística del estado mexicano de enfrentar está crisis humanitaria, algo que definitivamente no se solucionará con rejas y vallas, sino solamente con una política en conjunto entre los países involucrados en este fenómeno.
El estado mexicano tiene ahora la oportunidad histórica de demostrar que la migración es un tema de humanidad y no de legalidad. Un asunto donde estimado lector, todos nos reflejamos con el mismo espejo.
