Hoy tuvimos la tan esperada baja de muertes y contagios. 18 muertos, con los que llegamos a 1,947 y 102 nuevos contagios, llegando a 14,475. Muy buenas noticias, por supuesto que parecen que ni mandadas a hacer para apuntalar la reunión de hoy, en que Yucatán decidió una amplia apertura comercial. Se trata, por supuesto, sólo de una afortunada casualidad entre el brusco descenso de la enfermedad por la tarde después de que en la mañana se tomó la decisión de una apertura total. Nunca pensaríamos otra cosa…por supuesto…el mundo está lleno de casualidades. Por fin se firmó el tan anhelado acuerdo entre el gobierno y, la iniciativa privada iba yo a decir, pero no, entre el gobierno y el Consejo Coordinador Empresarial, que no es lo mismo. Se llama Acuerdo de Reapertura Económica Segura de Yucatán. En términos de los indicadores de salud y de los estudios y proyecciones del comportamiento de la pandemia en México, todo indica que nos adelantamos dos meses a lo prudente. En términos económicos, por otro lado, todo indica que ya no se podía aguantar mucho más tiempo. Tanto por el lado de los empresarios como de los trabajadores. No vamos a comentarlo aquí, ya que seguramente todos lo han leído. Se asienta en cuatro pilares (¡esas metáforas de albañil!), o sea son cuatro tipos de acciones:
1.- Un escalonamiento de actividades por horarios; (no hay mayor especificación) 2.- Escalonamiento de sectores y actividades (no hubo tanta discusión, aunque algunos empresarios dieron muchos sombrerazos, y se acompaña de 5 acuerdos concretos) ; 3.- Apertura gradual de actividades no esenciales (es lo que les llevó más tiempo y gritos para discutir y acordar, a regañadientes, con 15 acuerdos concretos). 4.- Movilidad y transporte público (con 10 acuerdos no muy concretos, que son más bien buenas intenciones). En términos generales podemos pensar que el ARESY (permítanme llamarlo así) es bastante razonable. Y sí, claro, en principio lo es…apertura…¡hmmm!…¿por qué no? Todos la queremos…todo parece muy bien… excepto por supuesto que los tiempos para que todo esto suceda son extremadamente breves. El próximo martes viene la primera ola y en 15 días casi todo: cines, gimnasios, iglesias, etc. se abren…y aquí no ha pasado nada… Es decir, la nueva normalidad será la vieja, sólo que con horarios recortados para todos. Digamos que será una normalidad abreviada. A ver si no hace más breve la vida misma de muchas personas. ¿Por qué soy tan negativo me recriminarán ? Ya le dieron importancia al transporte público, que era un tema tabú, que no querían tocar (es decir no querían tocar los intereses económicos y políticos detrás del transporte). Porque si bien los acuerdos de apertura son inmediatos, los de prevención respecto a la movilidad son hasta el día de hoy buenos deseos. Los acuerdos de movilidad y transporte, y que bueno que finalmente se dieron cuenta de su enorme importancia, son genéricos y no dicen cómo ni en qué tiempos se harán. No son sencillos, y su implementación va a llevar mucho más de los 4 días que faltan para que la primera parte del ARESY entre en vigor, y ciertamente veremos si en 15 días, cuando todo el mundo esté volcado en las calles, saliendo no sólo del trabajo sino de cines, plazas y misas, el transporte público ya se volvió seguro. Es muy poco tiempo. Tuvieron 5 meses para planear este momento. En otras palabras, tendremos “nueva normalidad” con viejo transporte. Ojala esté muy equivocado, y que en 15 días todos se movilicen con seguridad. Ojala, pero lo dudo. El problema es que si el ARESY se acompaña de más muertes y contagios, cosa que nadie desea, iremos para atrás y alargaremos la duración de la pandemia. Parece que en este asunto nos subieron a la carreta correcta, pero dos meses antes de cuando debían iniciar el viaje. Y además pusieron la carreta delante de los bueyes…salud y suerte. (Luis Ramírez).
- Advertisement -
