Por: Ismael Méndez Camargo.
Siempre se ha dicho que al pueblo pan y circo, obviamente la comida, las necesidades básicas son primordiales para la vida humana, siempre complementada con la parte emocional, la cultura y la sana distracción, que nos brinda un verdadero y total mosaico de satisfactores, más aún cuando son actividades de nuestro agrado, según nuestros perfiles de proveernos de diversas culturas a las que podamos tener acceso de manera gratuita o mediante algún pago, que hacemos con todo gusto y que después de varios días seguimos disfrutando.
Desde hace algunas décadas las actividades culturales han sido el común denominador de las secretarías de cultura de los gobiernos yucatecos, mencionando entre otras el Otoño Cultural, los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, la Típica Yucalpetén solo por mencionar algunas fechas y grupos musicales de gran prestigio y renombre a nivel nacional, también algunas manifestaciones en los teatros Peón Contreras, Armando Manzanero, Daniel Ayala así como los conciertos masivos que se hacían antes de la pandemia, muchos de ellos gratuitos para satisfacer las necesidades emocionales de una gran parte de la población, sin olvidar las jornadas y talleres en museos de la ciudad de Mérida como el MACAY, el Palacio Cantón solo por citar algunos centros de arte que hacía de Yucatán un estado preocupado en este rubro de las bellas artes.
Sin embargo este gobierno a cargo del ejecutivo estatal ha dejado en visto muchas actividades con muchas críticas de parte de la sociedad y de los expertos en arte y política, que citando algunos casos, la falta de pagos y satisfactores de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, que según se informó no había presupuesto para sostenerla, el abandono de los teatros antes ya mencionados, que trajo como consecuencia el incendio del Peón Contreras por falta de mantenimiento, pero si se incrementó los días y precios de acceso a la Feria de Xmatkuil, con las consabidas ganancias que estos festejos representan por la venta de cervezas, refrescos y comida.
Las titulares de la secretaría de cultura, que en un inicio tuvo a Erika Millet Corona, que luego fue relevada por Loreto Villanueva Trujillo, después de un muy discreto y gris desempeño como Secretaria de Educación, de la cual solo fue figura para las fotos y los eventos, pues todo el peso de decisiones la tomaba Carlota Storey Montalvo dejando a la maestra en un segundo plano total. De este relevo tampoco la Secretaría de Cultura, pudo levantar, pues según el gobierno estatal, no hay presupuesto para actividades culturales, pero sí para hacer obras a veces innecesarias que sea hacen sin consultar al pueblo, y que dejan jugosas ganancias, como fue la ampliación del centro de convenciones Siglo XXI, en donde se usaron materiales de mala calidad, tal como se aprecian en unas estructuras metálicas de la parte superior de la fachada del inmueble.
No tenía caso hacer ampliaciones en el mencionado centro de convenciones, pues la administración que encabezó Rolando Zapata Bello, hizo con bombos y platillos el centro internacional de convenciones en las avenidas Colón y Cupules, por lo que el renglón de las convenciones estaba cubierta con dos centros de diferentes características y de gran envergadura. Afortunadamente, el Ayuntamiento de Mérida, ha dedicado a fomentar las tradicionales actividades culturales que ya son célebres durante todas las semanas, aunadas a los eventos del Mérida Fest, la creación de la orquesta infantil y juvenil de Mérida, sin olvidar los ballets folklóricos, noches de cine en el Olimpo, exposiciones de pinturas y obras de arte, las ferias gastronómicas complementadas con obras de teatro como lo fue la feria del Panucho y posteriormente la hermosa caminata de las Animas para celebrar el día de los muertos que partió del parque de la Ermita de Santa Isabel, hasta el Cementerio General.
Ya son tradicionales la vaquería en la puerta del Palacio de Gobierno todos los lunes, el baile del recuerdo los martes por la noches en el parque de Santiago, los jueves de la serenata en el parque de Santa Lucía, los viernes de historia y arte en el frente de la catedral o de la Casa de Montejo, con un festival de luces, imágenes y colores, además otros eventos donde se ha impulsado la cultura, que el gobierno del estado ha dejado como asignatura pendiente. En este caso la administración municipal ha incrementado las actividades sociales opacando a la secretaría de cultura.
