La Revista

La desaparición del INADEM va en contra de las mejores prácticas internacionales

Enrique Octavio De la Madrid Cordero
Enrique Octavio De la Madrid Cordero
Sígueme en redes sociales:

Por Mtro. Enrique de la Madrid
Cordero

La automatización de procesos y
los robots están desplazando mano de obra a un ritmo creciente en el mundo,
mientras que los avances en la inteligencia artificial están haciendo a las
máquinas más eficientes en campos que creíamos exclusivos de los humanos como
la medicina, las leyes, el marketing e incluso el arte.

Por ejemplo, en los Estados
Unidos se han destruido 5 millones de empleos manufactureros desde 1987, casi
una tercera parte de la fuerza laboral en ese sector, mientras que en el Reino
Unido se han perdido 37% de los empleos manufactureros de 1992 a 2018 al pasar
de 4.3 a 2.7 millones. Esta situación se repite en otros países como Alemania,
Suecia, Australia o Japón.

Algunas personas consideran que
la destrucción de empleos en el sector manufacturero de los países avanzados
responde a que las empresas han mudado su producción a otros países que ofrecen
mano de obra barata. Sin embargo, la producción de las manufacturas en los
países avanzados ha continuado en aumento, lo que sugiere que la automatización
es una de las principales causas de la reducción en la fuerza laboral, además
de que esos países se han especializado en manufacturas de muy alto valor
agregado.

En Estados Unidos y el Reino
Unido la producción manufacturera aumentó 63% y 11.5% respectivamente desde
1987, a pesar de la drástica disminución de personal ocupado en esa industria.A
diferencia de los países desarrollados, en México se registró un máximo
histórico de 5.5 millones de empleos manufactureros formales al cierre de marzo
de 2019, lo que representa la creación de 200 mil nuevos empleos con relación
al año anterior.

Sin embargo, sólo es cuestión de tiempo
para que los robots se apoderen de muchos de nuestros trabajos. La
consultoría McKinsey estima que el 50% de los trabajos actuales son
técnicamente automatizables al adaptar tecnologías ya probadas, y los más
fáciles de automatizar son los de baja especialización.

Los trabajos de manufactura en
países como Alemania o Estados Unidos tienen un mayor grado de especialización
con relación a México, por lo que en nuestro país corren mayor riesgo de
automatizarse a menos que se acepte un salario bajo.

Actualmente, las fábricas más
modernas del país ya tienen un alto grado de automatización y existe un amplio
consenso en que no se revertirá esta tendencia, por lo que se prevé que se
desacelerará el ritmo de contratación en el sector manufacturero en el mediano
plazo y eventualmente se reducirá la fuerza laboral en este sector en México,
tal como ha pasado en otros países.

Esto supone un serio problema
para México, ya que una tercera parte del empleo formal del país está
concentrado en las manufacturas, lo que hace altamente dependientes a muchas
familias de esta industria.

Si bien en Estados Unidos se
perdieron 5 millones de empleos manufactureros entre 1987 y 2018, en el mismo
periodo se crearon 51 millones en otros sectores del país, sobretodo en el de
servicios y los relacionados con las nuevas tecnologías. Algo similar ocurrió
en otras economías avanzadas como el Reino Unido, Alemania, Japón o Corea, por
ejemplo.

La innovación y el surgimiento de
nuevas formas de producir han permitido la creación de millones de nuevos
empleos, así como la aparición de pequeñas y medianas empresas que están
aprovechando las nuevas plataformas tecnológicas para convertirse en los
grandes protagonistas en la economía del conocimiento.

Eso sí, los gobiernos han sido
jugadores clave en este proceso al apoyar con financiamiento y capacitación a
los emprendedores. Por ejemplo, el Reino Unido ofrece 180 diferentes esquemas
de apoyo para sus Pymes.

Por su parte, Israel apostó por
sus Pymes al atraer fondos de riesgo para financiarlas, el gobierno invirtió
inicialmente 100 millones de dólares y a los 10 años lograron atraer 15 mil
millones para invertir en compañías locales, el número de fondos pasó de 20 a
513 y, gracias a ello, Israel se ha convertido en la segunda mayor potencia tecnológica
del mundo. Actualmente, es el tercer país con más empresas cotizando en el
Nasdac, la bolsa de valores de Estados Unidos orientada a compañías
tecnológicas. Israel tiene más empresas cotizando en el Nasdac que la suma de
España, Italia, Francia, Alemania y Holanda.

En este sentido, es difícil
entender la extinción en México del Instituto Nacional del Emprendedor
(INADEM), el cual apoyaba con financiamiento, capacitación, consultoría y
orientación a los emprendedores y a las micro, pequeñas y medianas empresas
mexicanas para consolidarse y crecer.

Además, a nuestros emprendedores
les resultará más caro y difícil conseguir algún crédito, ya que también se
están eliminando las garantías que otorgaba la banca de desarrollo para que la
banca comercial les otorgue financiamiento.

La empresa pequeña debe crecer
para convertirse en mediana, la mediana en grande y la grande en global. En
México cada vez es más difícil que suceda si no las apoyamos y, a su vez,
perdemos la oportunidad de crear más empleos.

La alternativa de incrementar los
subsidios y las transferencias directas que ha propuesto el gobierno es
peligrosa, ya que en lugar de estimular la creación de ciudadanos
independientes que sean capaces de generar su propio trabajo, fomenta personas
dependientes del gobierno y eso los hace vulnerables.

Por decirlo de otra manera, un
buen padre quiere ver a sus hijos independientes, capaces por sí mismos de
salir adelante, un padre enfermizo quiere que sus hijos sean codependientes de
él. El ciudadano codependiente mantiene al gobierno en el poder y a cambio
recibe un ingreso de subsistencia.

A México le urge dotar a sus
jóvenes de las habilidades necesarias para enfrentar el reto de la
automatización laboral y muchos otros que tienen enfrente, en lugar de hacerlos
ciudadanos dependientes del gobierno.

Esto sólo se logrará si facilitamos la
creación de empresas, apoyamos a los emprendedores y la innovación, atraemos
fondos de inversión de riesgo y mejoramos nuestro sistema educativo. Si no lo
logramos, la gran oportunidad que representa la economía del conocimiento se
tornará en una pesadilla que polarizará aún más a nuestro país y afectará
profundamente a los que menos tienen.

Enrique Octavio De la Madrid Cordero
Enrique Octavio De la Madrid Cordero
Sígueme en redes sociales:

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último