Diego Silveti firmó una honrosa tarde en su comparecencia en la Monumental Aguascalientes, cayó herido apenas en el quite a su primero, pero en una muestra de profesionalismo se quedó en el ruedo y toreó. Incluso, buscó no quedarse con nada, regalando un toro que se partió un pitón y ya no fue toreado pues el Juez de Plaza anunció que fuera devuelto a los corrales. Esta tarde el triunfador con la única oreja cortada fue “Armillita IV”, mientras Roca Rey se fue de vacío.
“Charro”, de 525 kilos, el abre plaza, toro de La Estancia, al que Diego Silveti recibió con buenos lances, rematando con una media. Al ejecutar un quite, Diego Silveti se llevó una voltereta que le rompió la taleguilla pero sin mayores consecuencias. El brindis a la afición para comenzar su faena de muleta en la que por pitón derecho encontró la posibilidad del lucimiento, cuajando una serie en la que toreó muy asentado. Muy poco duró el toro de La Estancia que perdió la fuerza, al que había que forzarlo. Por el izquierdo, poco y a cuenta gotas, en un reflejo de esfuerzo por parte del torero guanajuatense. Tuvo fallos con el acero y se retiró entre palmas.
“Polvo de Estrellas”, de 524 kilos, segundo de la tarde, al que Fermín Espinosa “Armillita IV” saludó con el capote de rodillas. El toro abanto al que bregó sin poder encontrar el lucimiento. El brindis a su público, y a su gente, para comenzar con muletazos suaves rematando con el de pecho. Lucimiento y temple por el pitón derecho, con series en las que pudo correr la mano. Por el izquierdo, poco encontró del toro de La Estancia, sin embargo, el esfuerzo del torero de Aguascalientes ha sido mucho. Esos destellos de calidad los tuvo, y la afición lo reconoció, siempre dispuesto a ir a más; lo mató con gran verdad con un auténtico volapié para cortar una oreja.
El tercero, “Vinatero”, de 496 kilos, para el torero peruano Andrés Roca Rey que llevó de menos a más su faena de muleta, rompiendo en la emoción con una serie derechista que cautivó. El toro humilló, noble y con calidad, dando paso a un trasteo de temple y clase del peruano que cuajó al de La Estancia. Nunca existió la prisa para Andrés, que sereno, en el toreo pausado dio tiempo y distancia, toreando también por el izquierdo. Al final, se fue a menos, se desfondó, y ha obligado al torero a ponerse en las cercanías.
“Padrino Mío”, de 519 kilos, segundo de Diego Silveti, que en un gesto de profesionalismo, pese a estar herido, cumplió a cabalidad. Una gran pena ha sido que el toro fuera deslucido, sin la calidad, y sin transmisión, muy tardo, andando con sosería, punteando el engaño y nada más se pudo hacer. Silveti estuvo con la disposición, entregado, buscando la cuadratura de un círculo, llevándolo a media altura, dejando todo siempre hasta el final. Pasaportó al segundo viaje para ser silenciado.
“Río Huasteco”, de 522 kilos, quinto de la tarde, segundo de Fermín Espinosa “Armillita IV”, quien determinado a secundar el triunfo apostó alto, y con la muleta consiguió un buen comienzo, despatarrado, corriendo la mano por el derecho, en la línea de la entrega. Mentalizado a triunfar caminó la faena ante un toro al que le faltó la transmisión. Pasaportó con prontitud y fue aplaudido.
El sexto, “Platino”, de 495 kilos, un toro de mejor comportamiento de salida, permitiendo un saludo capotero con verónicas asentadas, jugando bien los brazos Andrés Roca Rey. Toro con fijeza de La Estancia con muletazos por alto en un buen comienzo de faena. Poderío y técnica quedaron en las siguientes series donde pudo avanzar paso a paso, llegó un punto donde el toro diluyó lo bueno que había apuntado. Otro toro que perdió el fondo, y donde ya no hubo más. Dividió las opiniones y escuchó un aviso.
El de regalo llevó por nombre “Hidrocálido”, del hierro de Villa Carmela, que desafortunadamente se partió el pitón al estrellarse en el burladero, siendo el toro inexplicablemente devuelto.
Ficha: Quinta Corrida del Serial Taurino de la Feria Nacional de San Marcos en la Monumental Aguascalientes que registró más de tres cuartos de entrada. Toros desiguales de presentación y juego de La Estancia. Un regalo de Villa Carmela que se estrelló en el burladero, partiéndose un pitón, sin ser lidiado. Diego Silveti, palmas y silencio. “Armillita IV”, oreja y palmas. Roca Rey, palmas y división de opiniones tras aviso.
