Había llovido mucho y el agua descendía por la empinada calle a toda velocidad. La fotografía se habría caído de alguna cartera, y tras la tormenta estaba allí, arrugada y húmeda, al lado de hojas y piedras que con el chubasco se habían desplazado de su lugar habitual. Era la foto de un conocido matador de toros…
La primera persona que la vio era una mujer en la cuarentena, vendedora de humo y fabricante de mentiras, amiga del alardeo y fascinada muy absolutamente por el dinero. Contò que el torero era, por supuesto, gran amigo de ella, la piropeaba a cada rato, la convidaba a todo. No supo en qué última feria había toreado…
La segunda persona en verdad fueron dos. Una pareja, presuntuosa ella hasta extremos muy impresionantes, ser vacío con el cabello teñido de rubio que se parecía al pato de los anuncios de los retretes. Perdòn por la maldad! Él… él no aportaba nada. Los dos afirmaron que habían comido al lado del torero. Y cenado también!
Luego llegò una chica. Su pasiòn preferida mentir y aparentar… Comentò que con aquel torero, del que conocía cien mil secretos (cotillear también le encantaba), se había hecho una foto en Alicante y en Salamanca y en Nimes y en Pamplona y en Burgos y en Soria y en Palencia y… Él ya la reconocía!
Después apareciò un hombre en su sòlida madurez, acompañado de una muchacha, su nieta. Ella era periodista pero aquel matador le agradaba poco y jamás publicaba sobre él. El tipo dijo que él era muy responsable de los éxitos de aquella figura del toreo, él le había descubierto. También a futbolistas.
Más tarde pasaron dos abuelillas. Rezaron una oraciòn por el torero aquel, tan joven, eran muy buenas aficionadas. Un rato después un adolescente vio la fotografía y se soñò en un ruedo, con capote y alma. Al atardecer tres niños pequeños recogieron la fotografía del suelo. Qué hermosa era! Y qué gran torero!
La fotografía se sentía exhausta! Cuàntas vivencias!
Dedicado a mi hermana
Dedicado a cada matador de toros del mundo
Dedicado a Rafita Serna, que convalece
Dedicado a David de Miranda, que se entrega
Dedicado a cada ser soñador
Dedicado a Luis Carrasco
