Un partido para el olvido, que deja mucho de enseñanza, pero que no asegura el aprenizaje. Los errores que cometió el equipo, fueron producto de las equivocaciones del director técnico, al no tener un cuadro titular base y apostar por la experimentación. México nunca tuvo una sinergia dentro del campo, dejando mal parados y siempredesconcentrados a los jugadores en todas las líneas, entorpeciendo el sistema de juego que parecía tenían dominado.
Se necesito de un equipo que metiera la mayoría de oportunidades que creaba, para que nos diéramos cuenta del engaño en el que vivíamos.
Ni las intervenciones de Ochoa, ni el coraje y valentía de Raúl Jiménez pudieron hacer una excepción.
Chile fue superior, porque México lo permitió.
Juan Carlos Osorio le devolvió a México el sentimiento de derrota, de inferioridad y de desesperanza. Osorio le hizo un mal al fútbol mexicano y a su afición, que sin pena ni gloria, le dio la espalda a su selección. Algo que es hasta cierto punto comprensible, por el pésimo desempeño azteca. El grito de “¡Eeeeeeh… Puto!”, fue dirigido para los que momentos anteriores, eran sus ídolos, que aunque tuvieron la culpa, fue menos de la que tuvo el entrenador Colombiano.
El fútbol mexicano necesita evolucionar desde sus cimientos y Osorio no debe ser parte de esa evolución. México no necesita experimentar, México necesita evolucionar.