Como cada tarde le ayudaron a bajar a la playa, su enfermedad le impedía hacerlo por sí mismo pero una vez en el arenal era tan feliz como los otros niños. No podía correr, pero no importaba, iba caminando con su cubo de pescar hasta las rocas…
No le era sencillo nadar, pero con un mínimo apoyo siempre lo lograba… Sí podía leer, y leía muchísimo, devoraba libros. Tocaba la guitarra muy bien, y como era buen madrugador era el encargado de contar a los demás los secretos del encierro del día. Era muy julista!
Comía helado de yogur y avellana, le gustaba en secreto una de las niñas rusas que venían de acogida, había aprobado todo, y cada verano adoraba más aquel pueblo. Aquella tarde estaba tan feliz! Al día siguiente irían a la isla en barco… qué emociòn… era algo nuevo!
Dedicado a las personas que saben ser felices en las circunstancias más adversas
Hoy a mi amiga Rosario
A genios
A corredores de San Fermín
A mi querido Juli
A mi mago
A Pablo Neruda, in memoriam
Y a mi Luisito
