En la pantalla, por: David Moreno
En 1995 el escritor británico Phillip Pullman publicaba el primer volumen de lo que a la postre sería una de las más exitosas e interesantes trilogías de la literatura fantástica de nuestro tiempo: La Materia Oscura (His Dark Materials). Se trataba de Luces del Norte (en Estados Unidos se publicó bajo el título de “La Brújula Dorada”) al que le siguieron “La Daga” (1997) y “El Catalejo Lacado” (2000). Se trataba de una serie de libros que bajo la apariencia de fantasía esgrimían una compleja trama sobre el libre albedrío, una feroz crítica al cristianismo y un poderoso alegato sobre la capacidad individual de elección la cual para ser alcanzada irremediablemente pasa por el conocimiento y la pérdida de la fe en seres supuestamente superiores.
Con el éxito de películas fantásticas sustentadas en obras literarias como Lord of The Rings o Harry Potter, New Line Cinema decidió embarcarse en la aventura de llevar al cine a la trilogía de Pullman. En 2007 produjeron lo que sería la primera parte de la misma y “La Brújula Dorada” llegó a todas las pantallas con un reparto de primer nivel: Nicole Kidman, Daniel Craig, Christopher Lee, Sam Elliot, Ian McKellan y Eva Green, entre otros actores. Parecía que sería un auténtico éxito pero las cosas resultaron diferentes. Era evidente que la productora intentó edulcorar un tanto a la historia, hacerla más accesible incluso a un público que quizá huiría de la misma al mirar en la pantalla un producto que cuestionaría de manera muy profunda a la iglesia occidental, pero al hacerlo también dieron al traste con la esencia de la historia y, a pesar de las buenas actuaciones de sus protagonistas, La Brújula Dorada fue un fracaso en taquilla y New Line decidió no producir el resto de la trilogía.
Casi una década después HBO retoma la idea de llevar los libros de Pullman de nueva cuenta a un producto audiovisual. Pero a diferencia de lo hecho por New Line Cinema, la productora de televisión restringida sí decide tomar riesgos, sí decide narrar la historia desde ambientes más oscuros y sin ignorar ese alegato por un universo libre de religión. El resultado es La Materia Oscura, una serie que finalmente hace justicia al complejo y enmarañado universo literario de Phillip Pullman (quien funge como productor ejecutivo). HBO cuenta la historia ignorando un tanto el orden cronológico de los libros y mezclando los hechos narrados en los mismos para dar forma a una versión renovada pero fiel a la esencia del material original. Las aventuras de Lyra Belacqua (la talentosa Dafne Keen) son contadas con toda la cadencia que permite el formato seriado, provocando que el producto sea rico en detalles que son fundamentales para entender mejor el sentido de la historia de una niña que inicia su ciclo como heroína cuando descubre que las investigaciones de su tío Lord Asriel (James McAvoy) implican un cambio trascendental en la forma como su mundo entiende al universo. Una forma que entrará en disputa con la predicada por el poderoso Magisterio cuya explicación sustentada en el dogma caerá si los hallazgos de Asriel se hacen públicos. Eso lleva al mundo en el que vive Lyra a una guerra entre facciones en la cual estarán involucrados seres fantásticos y humanos que juntos se rebelarán para luchar por su libertad individual y por ende por la colectiva. Es la eterna lucha entre la razón y una fe que decide ignorarla y al mismo tiempo ignorar al bien común, a la verdad que tiene que ser su estandarte más visible y elevado.
La Materia Oscura es un producto de extraordinario nivel que vuelve a tomar a la Fantasía como una de las mejores maneras para ahondar en tópicos más cercanos a nosotros, más terrenales. Es un alucinante recorrido por una historia llena de pasajes en los que los protagonistas se enfrentan a una serie de peligros provocados por una institución que se ha resistido al paso del tiempo, que ha caducado y que – a pesar de darse cuenta de ello – sigue pugnando por el control de la vida de quienes han crecido bajo su oscuro manto a pesar de que muchos de ellos comienzan a tratar de quitárselo de encima sin importar las consecuencias.
La segunda temporada de La Materia Oscura se transmite actualmente por HBO.
