Un día después de que se diera a conocer la designación de Mauricio Góngora Escalante como precandidato y virtual candidato del Revolucionario Institucional a la gubernatura del estado, en este espacio le dimos a conocer en exclusiva, la primicia de que el nuevo delegado del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido en la entidad, seria Manuel Andrade Díaz.
El ex gobernador tabasqueño sustituye en esa posición al también ex mandatario oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz, quien ha trascendido podría ser el coordinador general de la campaña de Mauricio Góngora para la gubernatura.
Finalmente ya se hizo oficial el nombramiento y la presentación formal de Manuel Andrade, quien arriba a Quintana Roo precedido de la fama de ser el mejor y mas eficiente delegado de todo el PRI, vamos se ha convertido en un especialista en la posición.
Manuel Andrade conoce muy bien Quintana Roo y a sus políticos, sobre todo al Gobernador Roberto Borge con quien le une una relación personal cercana y afectiva, incluso no solo a quienes militan en el priismo, tiene pues la suficiente información para una fotografía muy real del escenario y del momento político efervescente que se vive en el estado.
Adicionalmente, habrá que sumar que a su experiencia y talento probado, sobre todo en materia electoral y de organización, el nuevo delegado llega a la entidad con el mas absoluto respaldo del Presidente del Partido Manlio Fabio Beltrones, con instrucciones tan puntuales como precisas.
El hablar de ese soporte podría parecer un lugar común, una frase hecha que siempre se utiliza en este tipo de casos, pero en esta ocasión eso no es así, Andrade Díaz tendrá facultades suficientes para tomar decisiones, las que el a su criterio considere convenientes.
La primera de ellas, privilegiar la unidad interna, intervenir si es necesario para que las fuerzas y las diversas expresiones del partido se mantengan cohesionadas en torno al mismo objetivo, ganar la elección.
Esto porque como lo hemos comentado en este espacio anteriormente, aunque Mauricio Góngora personalmente pugna por esa unidad, tanto en su discurso como en su comportamiento y esa actitud es genuina, la operación cicatriz no termina de consolidarse.
En el ambiente todavía hay reminiscencias de la competencia que se desarrollo durante el largo proceso de selección del candidato a la gubernatura, todavía están vigentes algunas disputas, que aun siendo ociosas, comprometen precisamente la multicitada unidad interna.
Mas aun en este momento en que se definen las postulaciones a las presidencias municipales y las diputaciones locales, cuando la pugna por esas posiciones multiplica y exponencia el efecto previo al que hacemos referencia.
De tal suerte que la misión de Manuel Andrade en Quintana Roo, si bien es garantizar las condiciones para que su partido obtenga el triunfo electoral mas amplio posible, sobre todo considerando que la entidad sigue siendo catalogada como uno de los últimos bastiones del priismo en el país, será solucionar los conflictos antes del inicio formal de las campañas.
Andrade Díaz tendrá pues que desplegar toda sus reconocidas habilidades negociadoras, imponer el orden y vigilar que los acuerdos con los grupos y sus lideres se cumplan, porque su posición e influencia representan la garantía de que el Comité Nacional de su partido, será quien los respalde ahora y en el futuro.
Como ya lo hemos comentado días antes, si los priistas no terminan por entender que sus rivales están fuera y no dentro del partido, serán ellos mismos quienes compliquen, lo que hoy se avizora como la posibilidad de triunfo, en teoría seguro.
Tendrá entonces Manuel Andrade que hacer el personalmente esa labor, porque si en todo caso los grupos y corrientes del priismo local, no saben o no quieren ponerse de acuerdo, el se vera en la coyuntura, en la necesidad de apelar a su mítica institucionalidad en pos del objetivo, que se entiende común.
En algunos casos eso se podrá lograr en base al convencimiento y en otras no se descarta que se tenga que aplicar la legendaria disciplina partidista, esa que es parte de sus reglas no escritas y que da fundamento a sus valores doctrinales.
Sin embargo, independientemente del esquema que se tenga que utilizar, la labor mas delicada, digamos el punto fino del asunto, es que la unidad solo se sostiene mediante los acuerdos de participación entre las fuerzas.
Es pues un tema de inclusiones, de convocatoria que signifique como resultado la suma de esfuerzos, de otra forma el revanchismo y la soberbia, se constituyen en elementos de división y resta y lo que menos le conviene al PRI en Quintana Roo en este momento, es enfrentar el proceso electoral en esas condiciones.
Ello explica el nombramiento de Manuel Andrade como delegado en la entidad, es en el en quien Beltrones deposita, su confianza y las herramientas, gracias a sus antecedentes y los resultados que lo avalan ampliamente, para llevar a cabo la organización y estructura del que debe ser un contingente electoral solido.
“todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho; todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad” Marco Aurelio.
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Guillermo Vazquez Handall