Como ya es costumbre, el Pbro. Jorge Carlos Menéndez Moguel año con año comparte con los lectores de LA REVISTA PENISNULAR su mensaje con motivo de la Navidad al mismo tiempo que hace un análisis y reflexiona sobre los tiempos que nos ha tocado vivir:
“El que está por terminar ha sido un año atípico en muchos aspectos, tanto a nivel nacional como local, es un año a punto de concluir en donde tenemos muchas más preguntas que respuestas”.
Ha sido un año –continuó -, en el que nos hemos empezado a habituar a ser gobernados por un partido político nuevo, con una dirección nueva con una serie de criterios y de prioridades diferentes a las que habíamos vivido en los últimos sexenios para bien y para mal.
“Acaba el año con una serie de interrogantes muy sensatas y muy serias, si bien es cierto que tenemos que reconocer en los ámbitos nacional y local ciertos avances, cierta lucha hacia ciertos vicios o defectos que veníamos arrastrando de una manera muy dolorosa y cobarde, es cierto que también hay dos temas que nos dejan con mucho pendiente.
El primer tema, indudablemente, es el de la inseguridad no podemos abstraernos, ni ignorar ni dejar de temer este asunto, no es un fenómeno que va aislado, es un tema que tienen muchas aristas y causas, no es una sola”.
No estoy de acuerdo con el señor presidente –subraya-, cuando dice que está dominada la inseguridad que él es quien más ha luchado contra la inseguridad y que la gente vive feliz, feliz. No es cierto, porque el índice de actos delictivos, particularmente de homicidios, más de mujeres, a nivel nacional es lamentable y está peor que nunca y esos no son datos que se puedan esconder o maquillar.
“Puede haber avances en otros renglones del actuar nacional, pero la seguridad debería ser una prioridad para el gobierno”.
QUÉ VIENE PARA EL PRÓXIMO AÑO
Asimismo, el Padre Manito, como se le conoce en el medio, reflexiona sobre lo que se avecina para el año que está por iniciar: Llegamos al fin del año con la pregunta obligada, ¿qué va a pasar el año que viene?
“De seguir esta inercia, el año que viene va a ser peor porque no vemos que haya una actuación decidida o un freno a la violencia en el país, novemos que caigan cabezas, las cosas siguen caminando igual y no vemos para cuándo habrá alguna respuesta, eso es algo que a todos atemoriza”.
“Es cierto que a nivel local gracias a Dios y a diversos factores como el cultural, propio del pueblo yucateco, de nuestras raíces y genética maya, y al buen trabajo que han hecho el actual y los pasados gobiernos en el tema de la seguridad, gracias a eso podemos decir que al menos hasta hora –a menos que el efecto cucaracha no vaya a empezar a carcomer nuestros cimientos – en el tema de la seguridad ahí la vamos llevando”.
“No obstante, no podemos dejar de sufrir –valga la expresión-, por el sufrimiento de nuestros paisanos, son muchísimas las familias de fuera de Yucatán que vienen a vivir a nuestro estado y que dolorosamente han sido víctimas en sus lugares de origen y huyen de sus estados para venir a refugiarse acá”.
CRECIMIENTO ECONÓMICO
Otro tema que me parece también que está muy pendiente –continúa el entrevistado-, es el del crecimiento económico. “No soy experto en el tema pero puedo decir que estoy enterado de los reportes de las distintas cámaras y el crecimiento se ha detenido, la oferta de un crecimiento de más allá del 2.2% no ha sido realidad, sino todo lo contrario hemos decrecido económicamente”.
La economía detona varios sectores de bienestar y de productividad en el país, es cierto que por allá no estamos avanzando y si no avanza este rubro muchas cosas no van a avanzar. ¿Qué relación hay entre la delincuencia, la inseguridad y la economía?… Mucha.
Es por eso que la Navidad llega como una bocanada de aire fresco, no es la navidad un tema ajeno a nuestra vida, política, social o entorno, la celebración para quienes creemos en el misterio de Jesucristo, es una celebración que nos da esperanza a un mejor México y a una mejor realidad, subraya.
“Saber que no estamos caminando solos y que el señor camina con nosotros, que nos inspira confianza, ánimo y esperanza, creo que para todos puede ser un aliciente para crecer en nuestro empeño a ser constructores de un México más digno, de un México que nos merecemos”.
Hoy por hoy, no vivimos en el México que nos merecemos y nuestra fe puede ser un aliciente una vitamina y bocanada de oxígeno muy grande para comprometernos a ser creadores de un nuevo país, enfatiza el sacerdote yucateco.
RECOMENDACIÓN
Finalmente, el Pbro. Menéndez Moguel dirigió un mensaje a todas las personas de buena voluntad, independientemente del credo que profesen, pues dijo: Hay que ser muy respetuosos de eso.
“La Navidad es sinónimo de fraternidad, de unidad, de perdón, de unidad familiar, de esperanza. Para quienes tenemos fe, la Navidad es sinónimo de la esperanza cristiana. Cristo camina con la humanidad, no nos deja solos”
Es por eso que como lo dicen las Sagradas Escrituras, siempre hay más alegría en el dar que en el recibir, sinceramente la Navidad nos anima el espíritu de compartir, pero ciertamente tiene que ser una actitud permanente y no solamente en estas fechas, sino todo el año y en todo momento”.
“Todos hemos experimentado esa alegría, es mayor cuando damos que cuando recibimos, cuando hemos dado con desinterés, con honestidad. Ojalá que la Navidad nos anime a que ese espíritu de dar y compartir no solo sea en estas fechas”, concluyó.