Por: Jorge Valladares Sánchez
Quiero que mis hijos sean plenos y felices; tener y
ser la pareja que siempre he imaginado; triunfar en los negocios o en mi
profesión y alcanzar las tres F (Felicidad, Fama, Fortuna); vivir cada día
intensamente y en armonía con los/as demás; realizarme en lo personal y en lo
espiritual; tener la casa de mis sueños, viajar, comprar, regalar, festejar,
construir, lucir; ser más sociable, más valiente, mejor comprendido, más listo,
más fuerte, mejor amante, más popular… dejar de sufrir.
Son deseos que escuchamos con frecuencia quienes
tenemos por vocación la Psicología. Este 20 de mayo se celebró en México
nuestra profesión, por lo que envío un afectuoso abrazo a cada colega lector y
mi deseo de que sus deseos personales y profesionales sí se estén realizando a
modo.
Las personas que acuden a nosotros/as para buscar
orientación, terapia o ayuda, también suelen buscar en otras vías o personas la
fórmula mágica, la receta escondida, la idea poderosa que les ponga al alcance
lo que desean. E incluso muchos colegas estudian y se actualizan tratando de
hallarla para ponerla a disposición de sus clientes, antes y mejor que la
competencia personificada en “coaches”, lectores de lo que sea, religiosos,
“magos” de diverso perfil, amigos bien intencionados, vendedores de ilusiones,
estampitas virales de facebook y “estudios que revelan”…
Desarrollé hace algunos años el concepto de
Psicología del Hilo Negro, como un organizador y punto de enlace entre los/as
colegas expertos y las personas que acuden por servicio psicológico; una forma
de entender lo que hace quien es verdaderamente profesional de la psicología
para iniciar el acompañamiento o tratamiento de una persona que tiene
cualquiera de los deseos indicados al inicio.
Como en la famosa frase: el hilo negro y el agua
tibia no se crean, ni se inventan… ¿entonces? Hacemos referencia a ello cuando
alguien pretende estar hablando de algo completamente nuevo para resolver un
problema. La verdad es que todas las personas, por el hecho de vivir y convivir
sabemos algunas cosas básicas que tenemos que hacer para conseguir lo que
deseamos. Así que la búsqueda del mayor descubrimiento en tratamiento o la
llave de la felicidad suele ser un camino largo y frustrante si antes no hemos
hecho bien, mucho y sanamente aquello que ya sabemos que tenemos que hacer si
realmente deseamos algo.
Así que la Psicología del Hilo Negro básicamente
consiste en aplicarnos a hacer hoy mismo y hasta que funcione, lo básico que ya
sabemos que tenemos que hacer en aquello que queremos lograr. Por ejemplo: si
quiero que mis hijos sean felices, todo empieza por asegurarme de conocerlos
suficientemente en su personalidad, necesidades, fortalezas y debilidades;
pasar el tiempo de calidad suficiente con ellos/as; en ese tiempo escuchar,
compartir, darles responsabilidades, enseñarles con el ejemplo a definir lo que
quieren y probar maneras hasta lograrlo; estar allí para festejar con ellos sus
avances y acompañarlos en sus frustraciones. Lo sabemos, ¿no? Me atrevería a
afirmar que casi cualquier persona que sea padre o madre sabe esto. ¿Entonces?
El punto es que, si es realmente una prioridad para mí, tendría que dedicarme a
diario, con intensidad y de manera sana a ello, sin justificar o anteponer
otras actividades que he permitido que me saturen y desvíen de este objetivo.
Así que mis muchos apreciados/as colegas seguramente empezarán por revisar cómo
vas con estos puntos básicos y te apoyarán a que reenfoques tus prioridades
para alcanzar este objetivo. Si te ofrecen una fórmula mágica o solución
sorprendente que no pase por allí, créeme, no se trata de un profesional y en unos
cuantos días y pesos estarás de nuevo donde iniciaste y con una decepción que a
tus hijos en nada beneficia.
Así inicia el trabajo psicológico, pero la clave de
la Psicología del Hilo Negro ya la estarás visualizando: radica en el hacer.
Sentirte culpable, justificar, posponer, criticar, sufrir, culpar a otras
personas (pareja, malas influencias, trabajo, gobierno, maestros) en nada te
acerca a tu deseo. El poder para cumplir lo que deseas está precisamente en la
acción. De hecho, PODER, significa en este concepto, capacidad de actuar.
Acostumbramos a pensar que otros papás son más efectivos, o que si tuviéramos
ciertos recursos, condiciones, preparación o ayuda entonces sí podríamos
(poder) hacer lo que queremos. Lo cierto es que los papás y mamás más cercanos
al logro de este deseo, son los que más se han aplicado a realizar esas
acciones básicas muy conocidas, y los papás más lejanos son aquellos que viven
en la confusión de que ya tienen la fórmula mágica (descubrir el hilo negro) o
se esperan (esperanza) hasta obtenerla.
A reserva de seguir ejemplificando o conversando de
esta Psicología del Hilo Negro en siguientes artículos, comento esta idea como
organizador o guía. Ante lo que te preocupa o frustra, pregúntate: ¿Qué es lo
que realmente quiero? Y con la respuesta identifica tres acciones que te
resultaría obvio aconsejar a cualquier persona que te dijera que quiere lo
mismo. A continuación, revisa (incluso anota) qué tanto, tan intenso y tan
sanamente has realizado tú esas acciones en los pasados tres meses. Y con el
resultado de esa honesta revisión ponte la tarea que tienes que hacer en cada
uno de los días del mes que inicia hoy. Y ¡a andar por el camino correcto!
hacia el objetivo que realmente es tu prioridad. Ya el siguiente mes, das el
siguiente paso…
Ejemplo: quiero comunicarme mejor con mi pareja.
Dejen a un lado el maldito celular, dense tiempo y turnos para hablar mientras
el otro escucha, usen un tono bonito, resuelvan o atiendan tema por tema, sin
mezclar, busquen un momento y lugar que para ambos sea agradable. ¿Magia? No,
ya sabías todo eso. ¿Lo han hecho en los pasados tres meses? ¿Con la
frecuencia, la dedicación y la buena disposición que se requiere? Háganlo,
háganlo bien, háganlo mucho, háganlo sanamente… por un mes, para empezar bien.
¡Acudan con un/a colega!, les puede apoyar a ir
mejor y más rápido; mas tengan en cuenta que el camino inicia por allí; no hay
gran teoría, técnica, amuleto, amarre, estampita de facebook, libro, retiro ni
cosa por oler que funcione sin pasar por allí.
Sí hay mucho nuevo bajo el sol, pero primero
disfrutemos y saquémosle todo el provecho al sol que ya conocemos bien y a
veces ni tiempo nos damos de disfrutar y compartir su calor y sus bondades. El
hilo negro ya no se crea ni se descubre, se usa…
